viernes, 12 de diciembre de 2008

Semana literaria, entrada inconexa

Ya sabía que en otoño/invierno las lecturas de manta y té son una maravilla, pero además el otro día descubrí que a las lecturas de manta y chocolatina Hershey's de Cookies'n'Creme tampoco se les puede hacer ascos. Y tengo chocolatinas de estas para parar un tren, porque compré unas cuantas pensando que, a pesar de ser de chocolate blanco, a Manuel le gustaban (es lo que se suele pensar cuando alguien prueba algo y dice "hmmm... está bueno"), pero resulta que ahora se desdice y tengo que sacrificarme (ejem) y comerlas todas yo sola. Qué dura es la vida.

Por otra parte, aunque ya tengo la película de Angel (basada en el libro de Elizabeth Taylor, la escritora, que sale en la foto), creo que esperaremos a colocarla en una Noche de viernes una vez me haya terminado el libro. De momento respiro con alivio de nuevo porque parece que, una semana más, hemos ahuyentado a Jane Eyre 1973. Además esta noche tenemos evento así que la noche de viernes, que será al volver a casa*, es de alto riesgo en cuanto a cabezadas se refiere (hmmm... igual las cabezadas serán el truco futuro para combatir Jane Eyre 1973).

Cuando Virginia Nicholson presentó su libro Singled Out: How Two Million Women Survived Without Men After the First World War (Ellas solas. Un mundo sin hombres tras la Gran Guerra) en Madrid me extrañó no encontrar ningún artículo en El País, pero más vale tarde que nunca. El otro día Manuel me mandó un sms avisándome de que Virginia Nicholson salía en la contra, en la sección de Postres con... (sección que, de por sí, me gusta porque me hace gracia ver dónde toman el postre, qué postre toman y, lo más interesante de todo, cuánto cuesta el postre en cuestión... a veces hay cada precio desorbitado). La foto que acompaña el artículo, desde luego, es más clara que cualquier posible análisis de ADN: Virginia Nicholson es familia de Virginia Woolf y nadie lo puede poner en duda si se comparan esas dos fotos que acabo de enlazar. Y por cierto que fue comedida en el gasto del postre: fueron a la Gran Peña (ni idea) y se tomó un "milhojas de tarta con fruta" y un café cortado. (Por cierto que si alguien quiere cotillear un poco, el Daily Mail hace tiempo publicó un artículo sobre la gente que vive ahora en Monk's House, la casa de Virginia y Leonard Woolf. El artículo está en inglés, pero las fotos son universales).

Y, por último, con la excusa de un regalo para Manuel, me decidí por fin a estrenar The Book Depository, que quería probar desde casi principios de años, desde que descubrí que, a diferencia de Amazon, ellos no sólo no cobraban gastos de envío excesivos, sino que directamente no cobraban gastos de envío y demuestran cómo a fin de cuentas sus libros suelen salir más baratos que los de Amazon. Es como ir a una librería y comprar lo que quieres. Es... muy tentador.

Así que entre eso y un libro que había encargado en La Central y que tuvieron listo esta semana, esta semana ha sido, como dice Manuel, muestra de mi creciente obsesión: con los diarios, con Mass Observation, con las vidas anónimas inglesas de la Segunda Guerra Mundial, con Nella Last, con Inglaterra, con la Inglaterra de posguerra, con los libros...

A The Book Depository les pedí los dos de Nella Last (la cronista más famosa de Mass Observation) por fin y a La Central les había encargado Our Hidden Lives, diarios de Mass Observation de posguerra (y que se convierte en el compañero perfecto de Austerity Britain que me traje de Nueva York). Me hace gracia que la foto del lomo (que no es la de la portada) de Our Hidden Lives, que se ve un poco en esta foto, es justo la misma que eligieron después para la portada de Nella Last's Peace: esta, sólo que "coloreada" de diferente forma.

A esos tres libros supongo que habría que añadirles el libro de Penelope Fitzgerald, The Golden Child, con el que me hice el martes después del éxito de The Bookshop y que no sale en la foto.

Entre unas cosas y otras, ha sido una semanita de lo más literaria.

* Tenemos rituales para todo. Lo mejor de volver de los eventos nocturnos es hacer "tostillas". Sí, hace siglos a alguno de los dos se nos trabó la lengua al decir "tostadas con nocilla" y salió "tostillas". Cuajó y desde entonces la palabra está más en nuestro vocabulario (y nuestro estómago) que muchas otras aceptadas por la RAE.

15 comentarios:

  1. Debes de tener un metabolismo privilegiado, porque si yo comiera todos los dulces de los que nos hablas, no pasaría por la puerta.

    The Book Depository es más barato que Amazon, pero a mí sí me cobran gastos de envío. ¿Será porque no he comprado directamente desde su página, sino indirectamente entrando por Amazon?

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  2. Metabolismo privilegiado... ¡ojalá! :P

    Pues quizá sea eso lo que pasa con los gastos de envío, porque yo te aseguro que a mí no me cobraron nada aparte del precio de los libros. Qué raro.

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  3. Pues tendré que probar The Book Depository porque me dejo una pasta cada vez que compro en Amazon.
    Por cierto lo de las tostillas tendré que cogéroslo prestado porque es uno de los rituales de mi novio, él hasta se lleva la tostadora al sofá y va poniendo pan mientras come... Demencial.

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  4. No conocía a Virginia Nicholson...es cierto; tremendo parecido con su tía. Gracias por enviarnos el artículo, aunque salga con el postre final...seguro que tú podrías darles algunas ideas...La fotos de la casa de Virginia, qué bonita casa!! Y jardín!!

    Por cierto, fui a "Pasajes" y no tenían "The Bookshop", me interesa aunque sea en Inglés, ya veré como adquirirlo.
    Ah!! Y me apunto la crema para los scones de "Living in London". (al paso que voy no los hago...tengo que buscar un huequillo) Gracias también por la reseña del libro en español de la Mitford. Bss

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  5. Iris: pruébalo, quizá tengan menos libros "raros" que Amazon pero para libros normales que podrías encontrar en cualquier librería inglesa está muy bien.

    Me he reído con lo de la tostadora en el sofá. Nosotros inventamos palabras, pero a esos extremos aún no hemos llegado. Y mira que digo aún :P

    María: qué pena que no encontrarses The Bookshop en Pasajes :( Bueno, tú apúntatela y segura que tarde o temprano la encuentras por ahí, aunque sea en un viaje (o en The Book Depository :P).

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  6. Hola Cristina,

    En este post descubrí que pasaste por NY y te llevaste un rascacielos de libros.

    Interesante the book depository.

    Me desconecté por muchas razones pero ya me pongo al día.

    Saludos

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  7. Un rascacielos de libros, sí, esa sería la mejor descripción :)

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  8. Voy poco a poco con Singled Out pero me está gustando mucho :)
    He puesto tanto Our Hidden Lives como Our Longest Days en mi carta a los Reyes, a ver si se portan bien :P

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  9. Me alegro de lo de Singled Out, sabía que te gustaría.

    Seguro que los Reyes Magos se portan bien, claro :)

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  10. Hola Cristina,

    Te he encontrado por casualidad buscando a Kate Atkinson y veo que compartimos algunos gustos literarios. No sé si habrás leido "Few Eggs and No Oranges" de Vere Hodgson, te pego el resumen de la editorial, Persephone Books:

    Vere Hodgson worked for a Notting Hill Gate charity during the Second World War ; being sparky and unflappable, she was not going to let Hitler make a difference to her life, but the beginning of the Blitz did, which is why she began her published diaries on 25 June 1940: 'Last night at about 1 a.m. we had the first air raid of the war on London. My room is just opposite the police station, so I got the full benefit of the sirens. It made me leap out of bed...'

    The war continued for five more years, but Vere's comments on her work, friends, what was happening to London and the news ('We hold our breath over Crete', 'There is to be a new system of Warning') combine to make Few Eggs and No Oranges unusually readable. It is a long - 600 page - book but a deeply engrossing one. The TLS remarked: 'The diaries capture the sense of living through great events and not being overwhelmed by them... they display an extraordinary - though widespread - capacity for not giving way in the face of horrors and difficulties.' 'A classic book that still rings vibrant and helpful today... a heartwarming record of one articulate woman's coping with the war,' wrote the Tallahassee Democratic Review.

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  11. Gracias por la visita, el comentario y la recomendación. El libro es la segunda vez que me lo recomiendan en el blog (y antes ya le tenía medio echado el ojo) pero empieza a llamarme a gritos. En la próxima compra que haga por internet (aquí no lo he visto en ninguna librería) creo que lo pediré seguro.

    ¿Te gusta Kate Atkinson?

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  12. Hasta hace un mes no había leído nada suyo aunque la conocía de nombre, pero cayó en mis manos "Case Histories" y en un periquete me he terminado los otros dos de Jackson Brodie. Me encanta su sentido del humor, con "One Good Turn" me he reído a carcajadas, y he terminado "When Will There Be Good News?" (qué grandes Reggie y la doctora Hunter) con pena porque después tocaba esperar. Al ver el título de su próximo libro he dado un bote de lo contenta que me he puesto, Jane Austen es una de mis escritores preferidos.

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  13. Qué curioso que te hayas enganchado con las de Jackson Brodie porque, salvo When Will There Be Good News?, son las novelas de K. Atkinson que menos me gustan. ¿Te decidirás a leer también las anteriores?

    Yo también tengo muchísima curiosidad por leer el próximo. Promete, desde luego.

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  14. Yo es que soy mucho de novelas policíacas, me enganchó Agatha Christie cuando tenía 11/12 años y ya no las he dejado.

    Por los resúmenes que he leído las anteriores no parecen mucho my cup of tea pero igual les doy una oportunidad, ¿me recomiendas alguna?

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  15. Es que no creo que nadie sea capaz de resistirse a Agatha Christie. Yo si no leo más novelas suyas es por una cuestión de prioridades y quwe siempre tengo un montón de libros acumulados. Pero a Agatha Christie nunca le haría ascos, auqneu las novelas policiacas, en general, no sean mi género preferido.

    Hmmmm... claro, es probable, entonces, que a ti con Kate Atkinson te pase al revés que a mí. A mí todas las anteriores me gustan muchísimo, casi más por el estilo (que en las de Jackson Brodie es mucho más convencional) que por la historia (aunque es cierto que es difícil encontrar una historia de secretos familiares que no me enganche). Pero, no sé, a lo mejor te hace gracia Emotionally Weird, en la que la protagonista intenta escribir precisamente una historia policiaca.

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