lunes, 16 de febrero de 2009

Libros y libras

Tanto rollo con Londres por aquí y Londres por allá y hasta el jueves pasado no caí en la cuenta de que los ingleses siguen siendo muy suyos y siguen sin haberse pasado al euro (y es dudoso que se pasen, la verdad). Vamos, que se nos había olvidado completamente ir al banco a pedir unas pocas libras.

Resulta que en mi sucursal me decían que la cantidad que yo les pedía era muy baja y que a no ser que les pidiese nada menos que 500 libras no me las podían conseguir (siempre estaban dispuestos a hacerme el chanchullo de cargarme las 500 libras a mi cuenta y luego admitir que les devolviese las que yo no quería, con la doble comisión de ida y vuelta, claro) así que hoy me he plantado en una sucursal bien céntrica para pedir única y exclusivamente las que necesito para un fin de semana. Al menos el cambio - para lo que ha sido la libra - acompaña. Si la cosa se mantiene así los libros y demás nos van a salir mejor que de costumbre.

Después de recoger las libras me he pasado a recoger un libro que tenía encargado (la "excusa" es, obviamente, que cuantos más libros consiga aquí, más me puedo centrar en comprar en Londres aquellos que no es predecible que lleguen a estas tierras; predicciones que suelen fallar casi siempre: los que piensas que traerán nunca llegan y los que compras porque crees que es imposible que los traigan los encuentras en la primera visita a cualquier librería después de volver): Consuming Passions, de Judith Flanders (autora de The Victorian House) sobre el ocio en la época victoriana. ¿Quién se podía resistir, y más teniendo el otro libro de la autora?

Hablando de libros, parece que aún veremos las librerías Borders in situ, que siguen agonizantes pero resisten como pueden. Creo que tenemos que dar por inaugurada la campaña Salvemos Borders fase Reino Unido, aunque no estoy segura de que la neoyorquina fuera un éxito.

Lo que tenemos claro es que el paseo por Charing Cross y todas y cada una de sus librerías (¡Borders! ¡Blackwell's! ¡Foyle's! ¡Any Amount of Books! ¡librerías de segunda mano donde cruje la madera! ¡la plaquita de Marks & Co! y un largo etcétera) no nos lo quita nadie. Ahora bien, la tarde del domingo nos preocupa seriamente. Ya pasamos un terrible domingo en Londres en agosto una vez y no queremos revivirlo, y menos ahora que es febrero, hace frío y oscurece antes. Londres, por mucha gran ciudad que sea, es una ciudad muerta los domingos por la tarde: las tiendas, las cafeterías, los museos y la vida se acaban, como muy tarde, a las seis de la tarde. Y sólo quedan los turistas que pululan como almas en pena. Estamos barajando la posibilidad de ir al cine, por raro que sea.

En fin, que en todo esto venía pensando yo cuando he llegado a casa y me he puesto un vasito de zumo de fresa (lo cuento más por explicar la foto que por otra cosa). Y se confirma que no soy muy de zumos: pese a lo mucho que me gustan las fresas y lo poco artificial del sabor... psch, no me ha dicho gran cosa.

4 comentarios:

  1. ja, ja, ja...yo vi Highlander II una tarde de domingo en Londres ¡porque no había nada más que hacer! Ni comprar se podía...
    por cierto, Consuming Passions tiene una pinta genial. ¡¡Queremos comentario!!

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  2. Ya os vaís!!...Vaya con lo de las libras...en fin...
    El libro tiene muy buena pinta. Ya nos contarás.
    No sabía lo de Borders,...una pena.
    Otra librería que me gustó mucho y que encontré por casualidad (seguro que tú ya la conoces), se llama: Hatchards y vende libros desde 1797 (vamos, que Jane Asten seguro que la conocia, jeje) Está en el 187 Picadilly.
    Buen día con todos esos pensamientos ya Inglaterra!!

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  3. Maelstrom: jo, no sabes lo que me alegra que haya alguien que haya pasado por ese trance.

    María: bueno, hasta el fin de semana no nos vamos.Borders está subsistiendo a base de préstamos, ventas y demás, pero creo que o mucho cambian las cosas o al final desaparecerá. Y es una pena, como tú dices.

    Hatchards, es verdad. Pues sólo la conozco de oídas. Y es que eso de que unos pocos metros antes (andando desde Piccadilly Circus) esté el Waterstone's que resulta ser la librería más grande de Europa suele cegarme y, lo que es peor, terminar con mi presupuesto. Pero intentaré hacer un esfuerzo y dejar alguno para Hatchards, que tiene muy buena pinta. Gracias por recordármelo.

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  4. María, resulta que ayer me enteré de que Hatchard's *es* de Waterstone's. Así que al final todo queda en casa cuando compro en el Waterstone's gigante. Pero como la tienda tiene tan buena pinta y está al lado de Fortnum & Mason creo que, si hay tiempo, me acercaré a verla.

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