El sábado fue un día frigorificocéntrico. El viernes habíamos comprado uno nuevo: el viejo ya estaba un poco renqueante y como decía el cartel de una tienda que vi el otro día: "¡¡que viene el IVA!!" (y no podíamos evitar tararear esta canción de los Beatles, claro que ellos la cantaban porque el "taxman" - recaudador de impuestos - se quedaba con el 95% de sus ingresos). El sábado nos lo traían, así que todos, absolutamente todos, nuestros movimientos del sábado, tenían que ver con el frigorífico. Tuvimos suerte y nos lo trajeron prontito, así que se nos dio bien todo eso de dejarlo reposar, encenderlo, llenarlo, colocar los imanes (ya, bueno, esto último no venía en las instrucciones), etc.
Así que está bien que ya desde el principio de la semana, sin tener ni idea de las complicaciones que traería el sábado, estuviera decidida a hacer la repostería que fuera con tal de que fuera fácil. Y hojeando los libros de recetas y las recetas sueltas que tengo "archivadas" en ellos, me topé con esta del bizcocho de yogur de la web de Gallina Blanca (en la que algún día entré no sé muy bien por qué) y que mi madre - sacada de otras fuentas y bajo el nombre de bizcocho 1-2-3 - había hecho alguna vez para recibirnos al llegar a Madrid y que estaba rico. Y al ver la receta tan fácil no hubo más que buscar: estaba decidido.
Eso sí, últimamente no hay receta sin complicación. Así que por si con la paranoia de si el frigorífico coge frío o no no teníamos suficiente, yo decidí que quería hacer esta receta en el molde tipo cake. Ya se sabe: los moldes y yo, ¿cuándo aprenderé? Necesito un asesor de moldes. Quizá la idea no hubiera sido mala en sí, pero hay que tener en cuenta - aunque yo no lo tuve - que mi molde de ese tipo es de silicona. Total, que echamos la mezcla sencillísima en el molde y lo meto en el horno. Me doy la vuelta un momento (no recuerdo para qué, probablemente para mirar con ojos de cordero degollado una vez más nuestro nuevo electrodoméstico) y cuando me giro a ver telehorno me encuentro que el molde de silicona rectangular ahora ha perdido la forma (y las formas), se ha curvado por los laterales y, lo que es peor, está a punto de desbordarse. La maruja vaga que hay en mí salió a relucir y se puso histérica pensando en quitar la masa requemada del suelo del horno. ¡Por ahí no paso! Así que se me mete en la cabeza que hay que hacer lo que en todas partes dicen que no hay que hacer: abrir el horno durante los 20 primeros minutos de cocción, no recomendable porque son los minutos en los que actúa la levadura y en los que se supone que si baja la temperatura de forma brusca, la levadura deja de actuar. Algo así. Pero a mí me da igual todo eso y, en cambio, no me da igual tener que limpiar el horno: abrimos el horno, sucede un milagro por el cual ni me quemo ni se me desborda el molde, Manuel pone la "alfombrita" de silicona que tenemos para hacer las pizzas y demás, y sucede el segundo milagro, idéntico al primero. Con el molde una vez dentro del horno de nuevo es cuando me pregunto si nos habremos cargado el efecto de la levadura. Pero no hay miedo: aquello sigue subiendo alegremente, siempre a punto de desbordarse pero nunca llegando a hacerlo. ¡Como si con el frigorífico no hubiera cubierto el cupo de emociones fuertes del día! Pero en fin, al final los electrodomésticos y sus contenidos se comportaron: el frigorífico enfrió y el horno calentó, me bebí una Coca Cola bien fresquita después de un día de cosas templadas y saqué un bizcocho de forma - eeeh - original del horno.
Menos mal que la forma importa poco y que a las cosas es cuestión de echarles imaginación: al principio lo llamé "bizcocho de forma deconstruida" pero luego, mirándolo más detenidamente y con las noticias aún frescas de que la única lectora, por trabajo (!), se iba al día siguiente al Mundial de Sudáfrica no hubo duda: es Bizcocho Mundial. Tan rara quedó la forma que mucho me costó decidirme sobre cómo partirlo: al final lo corté como si fuera redondo del todo.
Una cosa quedó clara después de toda la debacle del molde (en su edición número 764756): le dije a Manuel, que estos días anda pensando qué regalarme por mi cumpleaños, que para mi cumpleaños quería un molde tipo cake rígido.
Al final ya digo que la forma importa poco y el bizcocho quedó riquísimo. Además hacía, creo, mucho tiempo que no hacíamos un bizcocho normal y corriente.
Y mejor que supo por la mañana acompañado de los cuadros y un artículo sobre JMW Turner y por la noche después de planchar y ver The Feminine Touch (no encuentro el título español; no se estrenaría aquí), de 1941: divertida y un tanto caótica, Manuel decía que debía de haber tenido 20 guionistas que no se hablaban entre ellos. Pero estuvo bien.
Y el fin de semana también me enganché a otra de las películas que estaba viendo Manuel: A Private Function (Función privada), de 1984, con Maggie Smith y Michael Palin y con guión de Malcolm Mowbray y Alan Bennett. Una divertidísima comedia que tiene lugar en 1947, con la Segunda Guerra Mundial ya ganada, pero aún con racionamiento (y lo que le quedaba aún). Un pequeño pueblo de Yorkshire decide criar a un cerdo ilegal para celebrar la boda de la princesa Isabel y todo son complicaciones. Me gustó muchísimo.
lunes, 21 de junio de 2010
Bizcocho de yogur
Publicado por Cristina en 8:23
Etiquetas Álbum de fotos, Cine, Con las manos en la masa, Cosas de casa
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"frigorificocéntrico", jajaja! Y eso de mirar arrobada la nevera nueva, ¡cómo te entiendo!
ResponderEliminarSi no fuera por el peligro de que desbordase (limpiar el horno no, por favor!!), la forma que tiene el bizcocho me gusta. A veces es bueno perder un poco las formas, me cae bien ese molde blandiblú. :-)
Haha me he reído mucho con el post!
ResponderEliminarNo nos has dicho cuándo es tu cumple para que no se nos olvide felicitarte!
Es la primera vez que veo un bizcocho elíptico... pero tiene muy buena pinta, la verdad. Le da un aspecto original: yo no renunciaría al monde blandiblub (a pesar de los posibles derrames, que un poco de aventura nunca viene mal).
ResponderEliminarSaludos.
Tú tranquila Cristina, es una debacle cuando te topas con el molde que se deforma o una masa que crece hasta que se desborda, aunque lamento decir que yo nunca me he atrevido a abrir el horno y he dejado que se requemara todo...
ResponderEliminarPues mira, si me preguntas qué forma tenía el molde donde hicisteis el bizcocho, no sabría decirte... :P Pero mujer, lo único importante realmente es que estuviera bueno, que eso ya lo compensa todo :) El bizcocho de yogur es muy socorrido. Yo lo hago a menudo, incluso sin huevos, y queda bastante bueno. Lo del molde de cake metálico es altamente recomendable. Yo era casi el que más usaba hasta que cambié de piso y con él, de horno. Ahora tengo que hacer bizcochos casi planos para que mi horno los cueza, pero yo antes hacía en ese molde hasta los panes de molde, y quedaban fantásticos.
ResponderEliminarsaluditos!
te quedo super bien el bizcocho se ve super rico, independiente de la forma como decias, saludos
ResponderEliminarMientras que el bizcocho esté bueno, qué se quite la forma que tenga ;)
ResponderEliminarMe ha gustado lo que explicas de A Private Function. La buscaré.
Elvira: claro, a vosotros os gusta el molde/la forma porque no sufristeis con él y su posible derrame ;)
ResponderEliminarMar: aún falta, es el 6 de julio. Pero no te preocupes, si no lo dije es porque aún queda un poco lejos, no porque no os vaya a dar la plasta con la fecha cuando llegue el momento ;)
Cazurro (¡pobre!): ya, bueno, no sé si lo de limpiar masa incrustada y requemada del suelo del horno es mi tipo de aventura ;)
Iris: ¡qué valiente y estoica! Yo ya digo que ni me lo pensé, fue imaginar lo de limpiar el horno y darme igual todo.
Lillu: sí, este es el molde en que yohago el pan también, y hasta ahora se me deformaba un poco, pero no de forma tan exagerada y, al ser pan, no había miedo a posibles derrames. Pero claro, la masa del bizcocho de yogur es muchísimo más líquida que la del pan.
Pilar: ¡buen nombre! :D
To.: gracias. Sí que estaba rico, sí.
LittleEmily: la forma da igual, pero el sufimiento causado por ella no tanto ;)
¡No lo dudes con la película, verás qué joya!
Pobre??
ResponderEliminarBueno, por lo de autodenominarte "cazurro".
ResponderEliminarYa que citas a Turner. ¿Sabes que hay una exposición en el Prado?
ResponderEliminarSí, sí, la exposición era la razón de ser del artículo. Pero gracias de todos modos.
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