lunes, 20 de julio de 2009

A Month in the Country (Un mes en el campo), de J.L. Carr

Entusiasmada por la prosa de Penelope Fitzgerald, me lancé a una de esas búsquedas por internet que dejan los dientes muy largos. Encontré una referencia a uno cuya edición de Penguin estaba prologado por Penelope Fitzgerald, sentí curiosidad y quise saber más. Y, sin más intención que esa, lo puse en Google y Google me dio como resultado una edición digital - y pirata, claro, porque el libro es de 1980 - que, después de leer el resumen y algunas críticas... ejem, pues no pude rechazar. He cruzado la línea de los "libros sin derechos" sin ni siquiera quererlo. Si sirve para redimirme diré que el libro me ha gustado tanto, la portada de Penguin me parece tan bonita y siento tanta curiosidad por conocer lo que Penelope Fitzgerald tiene que decir de este libro, que a la mínima pienso comprarlo de todos modos. Y además así podré volver a decir que Rufinito sólo es mi cómplice en lecturas legales.

En cualquier caso los remordimientos quedan bastante aguados cuando recuerdo la pequeña - en todos los sentidos - joya que es A Month in the Country (Un mes en el campo), de J.L. Carr. Digo pequeña en todos los sentidos porque es un libro de apenas 100 páginas que no cuenta gran cosa y sin embargo...

Sesenta años después, Tom Birkin rememora cómo en el verano de 1920, con un tic en la cara y alguna que otra secuela que dejan traslucir su paso por la Primera Guerra Mundial, llega a un pueblecito de Yorkshire para restaurar un fresco de la Edad Media de la iglesia. Allí se encuentra con los habitantes del pueblo como la acogedora familia Ellerbeck o el reverendo y su esposa que parece fuera de lugar, los Keach, y con otro trabajador, Charles Moon, contratado ad hoc para buscar la tumba de alguien que, también en la Edad Media, fue excomulgado y por lo tanto enterrado fuera del cementerio. Moon también pasó por la guerra y entre eso sus respectivos trabajos, entablan cierta amistad.

La metáfora de la recuperación física y psicológica a través del arte supongo que ya está muy explotada, pero me atrevo a decir que este no es sólo un libro más, porque trata de muchísimas más cosas con ese trasfondo como excusa. Y en cualquier caso está tan bien escrito que aunque sólo fuera "un libro más" no sería sólo "un libro más".

Y eso - con frase enrevesada de regalo - es todo lo que se puede contar del libro, aunque es decir más bien poco, ya lo sé. El libro es una "pequeña cosa" sobre las pequeñas cosas.

También existe una película - rodada en 1987 - con unos jovencísimos Colin Firth y Kenneth Branagh en los papeles de Tom y Charles (que en la película parece llamarse James) que estoy deseando ver.

4 comentarios:

  1. Vi la película hace muuuuchos años cuando la pasaron por televisión y aún la recuerdo; era intrigante , bonita y bien interpretada, y bueno, yo ya era anglófila por entonces. No he conseguido la novela todavía.

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  2. Pues si la película te gustó, trata de leerte la novela porque es una delicia. Por mi parte estoy deseando ver también la película ahora que dices que te gustó. Gracias.

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  3. Cristina!! Iba a hacer una entrada de la peli!! Qué casualidad!! Pues la verdad, es que una película preciosa...pensé que el libro no estaba traducido, pero he visto que sí, aunque no sé si tendré suerte y estará aún en las librerías.

    Lo que cuentas me ha gustado mucho. Espero que encuentres la peli.
    Besos!!

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  4. ¡Qué casualidad! Me voy derecha a tu blog a leerla. Nos complementamos: tú has visto la película y buscas el libro y yo he leído el libro y busco la película :)

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