El sábado volvimos al pequeño Teatro Gaudí, lo que implica bajarse en la parada de metro (o de autobús sustitutorio en el caso del sábado) de Sagrada Familia. Como siempre había muchísima gente, por algo es lo más visitado de Barcelona. Por vista que la tengas (que tampoco es mi caso) creo que es imposible no mirar hacia arriba, hacia los lados, hacia abajo y decir (o pensar al menos) "oooooooh".
El sábado en cuestión íbamos con un ojo puesto en la Sagrada Familia y otro en dar con el Starbucks cercano antes de ir al teatro. Silloncitos, frappuccino, aire acondicionado y unas vistas espléndidas, ¿qué más se le puede pedir a un Starbucks?
Lo malo es que lo abandonamos demasiado pronto y llegamos al teatro con 45 minutos de antelación. Obviamente no entramos y volvimos a pasar por segunda vez (en la primera visita al Gaudí nos pasó lo mismo, aunque entonces aún era invierno) el trauma de encontrar con un sitio donde sentarnos. Tarea nada fácil porque por lo visto la gente de esa zona del Ensanche no necesita sentarse para nada. Al final descubrimos un parque un poco árido y allí nos plantamos hasta que fue la hora.
El musical que vimos fue Cançons per un nou món (Songs for a New World), no de Sondheim por una vez, sino del que durante un tiempo dijeron que era el nuevo Sondheim: Jason Robert Brown. El musical original es en inglés, pero aquí estaba traducido al catalán (y sigue siendo algo que me fascina, el mantener el sentido y conseguir rimas y que todo cuadre con la música). Al principio, pese a entender las letras, yo me sentía un poco perdida porque pensaba que era un musical al uso, que contaba una historia. Y este lo que hace es contar una historia diferente en cada canción. Claro, yo no entendía el hilo hasta que me di cuenta de que no había más que el tema del nuevo mundo.
Cada canción es todo un mundo, tanto en la historia que cuenta como en el estilo: hay canciones con un toque jazz, canciones rock & roll, canciones medio rap/hip hop, canciones gospel... de todo. Así que si un estilo no te gusta demasiado, sólo tienes que esperar a la siguiente canción para cambiar totalmente de tercio. También por eso mismo es un poco irregular, hay canciones muy, muy buenas y otras que se quedan un poco a la sombra de esas. Ahora nos hemos hecho con el musical original y confirmo mis sospechas: creo que mis dos favoritas son: Stars & the Moon (en ese enlace se puede oír entera) y I'm Not Afraid of Anything.
Las dos actrices me gustaron más que los dos actores, quizá más por influencia de las canciones que de las propias voces.
Y durante la canción que decía antes, Stars & the Moon, la chica que la canta reparte tres flores (naturales) entre el público. Ya dije que es un teatro minúsculo donde la primera fila está a ras de suelo y hay veces que los actores casi te rozan. Así que yo quería que me diera una pero no me tocó... hasta que al final, cuando ya nos íbamos, un chico al que le había tocado una rosa roja preciosa se la dejó en su asiento y ni siquiera la cogió cuando su acompañante se lo recordó. Así que allá fui yo, a por la rosa que ahora tenemos en casa. La pobre casi no aguanta las largas esperas en las estaciones de metro y luego el vagón de metro sin aire acondicionado, pero fue fuerte y ahora luce que da gusto.
Así que el musical es muy recomendable, y la visita al Teatro Gaudí siempre es especial por estar tan cerca del espectáculo.
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Hace 5 días
Me encanta el título del músical...me gustaría verlo, sabes si vienen por Madrid, que me pilla más cerca?? Por otro lado, qué maravilla el tema de la vista...a nosotros nos encanta la "Sagrada Familia"...arquitectonicamente es una pasada y además está el teatro Gaudi...qué ciudad tan bonita Barcelona!!
ResponderEliminarPues no lo sé con seguridad, pero tratándose de una compañía tan pequeñita y un musical en catalán (que aunque podrían llevarlo tal cual lo más normal es que lo vuelvan a adaptar al castellano), lo veo complicado. Pero cosas más raras se han visto...
ResponderEliminarSecundo lo de qué ciudad tan bonita Barcelona :)