El día del picnic por la tarde noche, Manuel tenía entrada para el Prom en el Royal Albert Hall de música de cine de Hollywood dirigida por John Wilson así que, tras un breve paso por el hotel, Héctor y yo le acompañamos hasta allí en un precioso paseo por Cromwell Road y Queen's Gate. Kensington es así, plácido y envidiable a partes iguales.
La zona de museos de Kensington es puramente victoriana: ilustrada, culta, pero cuidadosa, muy cuidadosa, de las apariencias. El museo de historia natural es precioso por fuera (creo que fue en mi primer viaje a Londres cuando lo vi por dentro) y si te fijas lleno de detalles entrañables como animalitos esculpidos, etc.
Seguimos caminando y pronto nos topamos con Hyde Park y el monumento a Albert y, por supuesto, el Royal Albert Hall, sitiado por multitud de prommers. Allí nos despedimos de Manuel aunque días después disfrutaríamos del prom ya en casa en la televisión, puesto que fue uno de los que emitió la BBC (también vimos, sin conocer nada de nada de la saga, el dedicado a Doctor Who, que nos gustó mucho. A Héctor de hecho y por alguna razón no muy clara, le fascinó hasta el punto de no quitar ojo a la pantalla. Me pregunto si tenemos un fan de Doctor Who en ciernes entre nosotros).
De vuelta al hotel de nuevo con Héctor por las plácidas calles de Kensington al atardecer, viendo o imaginando los fantasmas de los victorianos eminentes y corrientes que residieron allí. Una parada técnica en Waitrose, porque coleccionamos supermercados y aunque adoramos Marks & Spencer a veces nos puede la curiosidad.
Y al día siguiente repetimos el paseo con un destino cercano: por fin, tras años de espera, nos dirigíamos al Victoria and Albert Museum.
Con Héctor no quisimos tentar demasiado a la suerte y vimos unas cuantas salas: las de teatro y artes escénicas (pasando por las de joyas, con esa iluminación tan chula que hipnotizó a Héctor) y las dedicadas al siglo XX. Una visita rápida que nos sirvió para constatar que es un museo puramente inglés y enorme y muy, muy bien montado.
Con lo que me llevé un poco de chasco fue con la tienda. Tantos años mirando con deseo su web e imaginando que el día que la visitase la tarjeta iba a echar humo y lo cierto es que apenas compré dos o tres cosas (una de ellas un cochecito para Héctor como premio por haberse portado de maravilla).
Esa misma tarde salía nuestro avión de vuelta y descubrimos que lo malo de tener un frigorífico por pequeño que fuera en la habitación es que lo quieras o no terminas acumulando comida, así que en el patio del Victoria and Albert hicimos un picnic de restos. Un picnic improvisado y que por tanto implicaba que nos habíamos dejado nuestro tapetito de picnic guardado en la maleta. Fue un espejismo, habíamos vuelto a tener que sentarnos en bolsas de plástico y mirar con envidia las picnic blankets de los demás. Con envidia también miraba Héctor a los niños ingleses que en un día no frío, pero no particularmente caluroso tampoco, corrían y se remojaban en la fuente-piscina. Debe de ser un secreto a voces aquello porque aunque desde una ventana del museo nos había chocado mucho ver a un niño bañándose, luego vimos a muchos más y madres preparadas con bañadores, toallas, cambios de ropa, etc. Si la reina Victoria levantara la cabeza...
Y así se nos acabó Londres una vez más, con cosas en el tintero, como siempre.
La maleta batió récords (aunque parece que siempre digo eso) y trajo esta pila de libros más todos los juguetes de Hamleys y toda la ropa nueva de Héctor.
Mi maleta es la envidia de Mary Poppins. Y ojalá volver a Londres fuera tan sencillo como abrir el paraguas y volar.
Y como siempre, claro: gracias a todos por leer y comentar las crónicas.
Gracias a ti. Siempre es un placer leerte.
ResponderEliminarSonia.
Muchas gracias.
EliminarBuen fin de la crónica ;) Sin duda, los libros tienen muy buena pinta, pero me imagino la de cositas que vendrían en la maleta para Héctor <3 !
ResponderEliminarMe alegro de que el viaje fuera tan bien y gracias por escribir sobre él y tus tesoros literarios.
Un besito!
Sí, sí, los juguetes infantiles no se caracterizan precisamente por su tamaño reducida y tampoco sus embalajes, así que ya te imaginas.
EliminarTantas veces en Londres y no conocíais el Victoria and Albert Museum? Si es totalmente british! A mi me encantó la primera vez, y una segunda vez vi aún más salas interesantes.
ResponderEliminarRespecto a lo de las fuentes y los niños preparados con el bañador o el vestidito de verano, veo que es una nueva moda europea porque también lo vimos el pasado julio en Burdeos y hace una semana en Manchester y Liverpool, jeje!
Besos.
¡Qué va! Es que ya digo que en general Kensington era ese gran desconocido. Y sí, es para ir en varias veces, porque es inmenso.
Eliminar¡Manchester y Liverpool! Qué suerte.
Genial forma de terminar tu viaje sin duda! Me han encantado tus fotos, e ir leyendo todas las cosas que íbais haciendo y vuestras sensaciones. ¡Y menuda pila de libros! Espero que los vayas desgranando poco a poco por este blog. Un saludo, y un placer leerte.
ResponderEliminarMe alegra que te haya gustado. Los libros los leeré algún día ;)
EliminarEl V&A es una de las cosas que todavía tengo pendientes en Londres. Me alegro de que os gustase, aunque la visita fuese rápida.
ResponderEliminarEl botín de libros tiene buena pinta, como siempre.
Muchas gracias a ti por las crónicas, que son un placer :)
Pues yo creo que cuando por fin vayas al V&A te sorprenderá, aunque sólo sea por el tamaño y lo abigarrado. Es muy curioso y puramente británico.
EliminarGracias.
He ido leyendo tu entrada en el bus...y ha sido de lo más agradable.
ResponderEliminarEl V&A es genial...y la tienda tiene sus momentos. Te aseguro que ha habido veces que me he tenido que contener...¡¡lo quería todo!! En este último viaje a Londres no he pisado el Museo ni la tienda...así que no sé qué decirte. Una amiga por mi cumple me ha regalado una...no sé como se llama...eso que te ponen en Living in London cuando pides sandwiches y pastas...bueno...creo que sabes a qué me refiero...es como una torreta con un par de platos o tres...pues eso lo hay en el Corte Inglés y viene del V&A o eso parece...
Y el Albert Hall...qué lujo...a mí me encanta ir...allí vimos el Señor de los anillos acompañados de la filarmónica de Londres...
Al Museo de ciencias quiero volver...¿sabes algo de los tres huevos de pingüino emperador que trajo Gerry de la Antartida? No sé si los guardan tan bien que están bajo llave o los tienen expuestos y los he dejado pasar...en fin...
Y veo que no has venido con las manos vacías...veo mucha Foster, algo de Charlotte (¡¡qué agradable venirse con algún que otro libro de ella, verdad??) y algunos que desconozco totalmente...menos a Gibbons.
Espero con ganas esas entradas literarias...
Un beso enorme!!! Es un placer leerte, y mientras te leo viajar a Londres de nuevo...y ver lo que no vi en esta última visita.
Besos!!
Sí, sé a lo que te refieres y una taza que me regalaron por Reyes también venía de El Corte Inglés con origen V&A. Siempre me digo que voy a ir a curiosear pero nunca me acuerdo y seguro que es todo precioso. En cambio allí ni rastro de cosas similares en la tienda.
EliminarNi idea de lo de la Antártida, María. Hace muchísimos años de aquella visita al Museo de Ciencias y apenas recuerdo cuatro o cinco cosas que vi allí. No sé si podrías averiguarlo a través de la web del propio museo.
El libro de Charlotte Brontë es, creo (lo compró Manuel y si te digo la verdad aún apenas lo he hojeado) un estudio sobre su obra, vida. Patsy Stoneman es una eminencia en publicaciones Brontë.
El V&A me ha dado un gran disgusto este año: nosotras probamos a ir de noche, a partir de las 20h y la perspectiva cambia mucho. Pero es cierto lo que dices: la tienda es impresionante pero nunca me he lanzado a quemar la tarjeta. Lo encuentro todo carísimo... pero ¡qué bien que hayáis podido ir a verlo!
ResponderEliminarCreo que ese mismo día no demasiado caluroso fue el que yo también aproveché para remojarme ;) Y por cierto coincidimos en uno de los libros de la pila aunque esta vez creo que mi pila duplica la tuya...
Sí que es todo carísimo, sí. Pero en otras tiendas tengo ese debate interno de carísimo vs tentador pero en esta sólo me parecía carísimo e inapetecible, no sé.
EliminarJajaja, tu pila de libros tiene la gran ventaja de no tener que competir por el espacio reducido de la maleta con una pila de juguetes ;) ¿En cuáles coincidimos? Qué intriga.
Desde luego, debe ser cierto lo de la maleta de Mary Poppins o no viajas en Low Cost. Si estoy equivocada, por favor, cuéntanos el truco para poder venir tan cargada...
ResponderEliminar¡Qué fotos tan bonitas! La de la farola en primer plano me encanta. Es de póster. Y qué inglés es todo. Por cierto, ¿Podrías decir, someramente, de qué va The English, de Matt Rudd?
A mi también me gusta un montón entrar al Mark & Spencer. Es un paraíso para los golosos ¡Tantas galletas, chocolates, salsas, especias, etc... que no se ven por aquí, es demasiado!
Se me ponen los dientes largos leyéndote. Mi primer viaje al extranjero fue a Londres. No sé si fue por eso, por haber sido el primero, o porque lo vale, el caso es que es un lugar que siempre quiero volver a visitar, aunque ya he ido (solo) cinco veces :)
Cristina
Normalmente viajamos al Reino Unido en British Airways, pero alguna vez hemos viajado en Low Cost (en marzo de este año) y la pila de libros y demás ha sido del estilo. Es cuestión de ir con lo justo para que quede mucho espacio que rellenar. Y que conste que es una maleta no muy grande para los tres más mochilas como equipaje de mano. Cuestión de organización y fe en que cabrá todo.
EliminarNo he leído todavía el libro de Matt Rudd pero lo compré con la idea de que fuera del estilo de Watching the English de Kate Fox (escribçi una entrada en el blog). Pero no lo sé, la verdad.
Londres crea adictos, ya lo veo :)
Gracias a ti por contarnos tus viajes. Estoy pensando en imprimir todas tus entradas sobre Londres y hacer una guía de viaje que, aunque no lo creas, en casa ha salido varias veces como el destino de nuestras próximas vacaciones.
ResponderEliminarEspero que os vayais de viaje bien pronto!!! Un beso muy grande para los tres.
Si las imprimes me moriré de vergüenza porque no creo que valgan el coste del papel y la tinta.
EliminarY aunque no valga de nada tampoco, yo os animo a una escapadita a Londres. Y así practicas inglés :)
Cristina, como siempre me lo he pasado genial leyendo tus crónicas! Y que gracia me ha hecho el: Si Victoria levantara la cabeza :) Pues imagínatela paseando por Camden :D
ResponderEliminarMenos mal que en la maleta entró la tradicional pila de libros! Ay a ver que te parece The Cuckoo's Calling. Yo todavía no he leído The casual vacancy, así que a ver cual te gusta más de los dos y me decido :)
Un beso!