jueves, 12 de noviembre de 2009

Entre col y col, lechuga

Igual que siempre quedan libros por leer, parece ser que siempre quedan cosas nuevas por cocinar. No me refiero a recetas, sino a materias primas.

El otro día buscaba algo de verdura que hacer y la asesora culinaria sugirió repollo. Después de comprobar con Manuel que su comida vetada es la coliflor (¿no tiene todo el mundo una? La mía son las lentejas) y que el repollo lo aceptaba por los pelos (expresión desafortunada esta de aceptar una comida por los pelos) no hubo más que hablar.

Hubo, eso sí, unos momentos de confusión a la hora de comprar el primer repollo de mi vida, ya que aunque de aspecto se parecía a lo que yo conocía vagamente como repollo no estaba yo del todo segura de que col en catalán fuera repollo (confusión un poco tonta, claro, puesto que en castellano también se puede llamar col; de hecho, cuando intentaba decidir si sería repollo o no, no podía pensar con mucha claridad porque mi mente no hacía más que repetir "entre col y col, lechuga"). El caso es que acerté, seguí las instrucciones de la asesora culinaria de que estuviera compacto y sus indicaciones para prepararlo y cocinarlo y, voilà! salió un poco escaso (la próxima vez tiene que estar compacto y ser un poco más grande) pero rico. Y Manuel, que a pesar de todo no las tenía todas consigo, reconoció que estaba mejor de lo que se había imaginado (no había ayudado a su imaginación el hecho de que yo le mencionara a las monstruosas muñecas repollo).


Bueno, pues una comida más que puedo tachar de la lista de cosas por cocinar y añadir a la lista de platos para cocinar.

4 comentarios:

  1. A mí me gusta echar repollo/col y calabaza al caldo de pollo y verduras, junto con el típico manojo de apio, nabo, zanahoria, puerro y chirivía. Queda muy sabroso, pero me sale muy enterita la col, la pongo en trozos grandes y no se me deshace.

    ResponderEliminar
  2. Eso es muy inglés, ¿no? Vamos, al menos que yo sepa por recetas y eso a los ingleses les encanta el repollo en sus sopas y caldos :)

    ResponderEliminar
  3. Que yo tenía una muñeca repollo!!! Si busco en el trastero de casa de mis padres, seguro que todavía está! Pero nunca la relacioné con la verdura!!
    Seguro que estaba muy bueno el repollo, pero sin duda prefiero una invitación virtual a cualquier sábado de repostería!!! un beso!

    ResponderEliminar
  4. ¡Ja! Qué bueno... pues a mí las muñecas repollo, ya de pequeña, no me gustaban nada de nada ;)

    ResponderEliminar