domingo, 2 de enero de 2011

2011

Iba a poner algunas fotos de las comilonas (un poco más moderadas que las de Nochebuena-Navidad-San Esteban) de estos días, pero entre que a estas alturas todos estamos ya un poco empachados y que me doy cuenta de que las que hice este año con la cámara nueva (a punto de cumplir un año ya) son - en mejor calidad - prácticamente idénticas a las del año pasado (es lo que tiene, por ejemplo, siempre hacer cordero el día de Año Nuevo), pues he cambiado de planes.

La Nochevieja de este año fue memorable por dos razones: 1) me encargué yo de poner las 12 uvas en cuencos y como quien parte y reparte se queda con la mejor parte, me reservé las más pequeñitas. No soy una gran entusiasta de las uvas, pero es que las de Nochevieja me parecen repugnantes siempre: soy incapaz de acabarlas tanto por tamaño como por sabor y empiezo siempre el año asqueada. Este año con mi apaño (rima) pude tomarlas todas y encima no me supieron a nada (y eso que por lo visto estaban tan malas como siempre). Y 2) porque unos días antes nos había autorregalado un Monopoly y lo estrenamos. El Monopoly es un juego que me gusta mucho pero que siempre se me ha dado fatal. Para mi asombro, le di una buena paliza a Manuel, aunque aclaro que más que por mi pericia capitalista, gané por la mala suerte de Manuel. Los dados le llevaban ipso facto allá donde yo estrenaba casa mientras que a mí los dados me llevaban de propiedad en propiedad, esquivando todas las suyas salvo las que tenía sin construir. Quizá la victoria fuera ya el efecto inmediato de la buena suerte que toca en gracia a quien se toma todas las uvas...

Después de mi victoria nos pusimos la película de Hair. Con la excepción del rato que me quedé traspuesta (eran ya más de las tres) y, aunque no está mal, debo reconocer que la historia del musical me gusta más que la versión contada en la película (y que tampoco gustó a los creadores del musical).

Y ayer por la mañana más tradiciones: actualización y renovación de calendarios (dos de ellos de Nueva York) con el concierto de Año Nuevo de fondo, preparación del cordero y, sobre todo, mucho vagueo, mucha lectura.

Y hoy más de lo mismo: ha tocado un poco de teletrabajo, un poco de envolver regalos (odiosa tarea), luego tocará un poco de plancha, pero pienso encontrar huecos para vagueo y lectura (estoy enganchada) como el que he encontrado esta mañana para leer El País Semanal. Hoy traía más Javier Marías del habitual: se anunciaba que saca nueva novela en primavera (con narradora) y, entre otros escritores, explicaba por qué escribe. Entre otras cosas da como razón:

Escribo novelas porque la ficción tiene la facultad de enseñarnos lo que no conocemos y lo que no se da, como dice un personaje de la novela que acabo de terminar. Y porque lo imaginario ayuda mucho a comprender lo que sí nos ocurre, eso que suele llamarse "lo real".

Que es lo que yo defiendo a capa y espada siempre que sale alguno de esos que presumen (si es que se puede presumir de eso) de no leer ficción y que ya he comentado alguna vez en este blog (como con Little Boy Lost o The Betrayal) que es algo que me da mucha rabia.

En resumen, que 2011 ha empezado con muy buen pie y yo he empezado el año bloguero con una entrada de lo más dispersa.

14 comentarios:

  1. Pues me parece que yo debo ser muy "rarita" no he comido nunca las doce uvas, no me gustan nada de nada, asi me va de bien o de mal, depende como se mire jaja.
    Ostras, el Monopoly, como soy una negada para todos los juegos me parece dificilisimo.
    Lo del nuevo libro de Javier Marías tiene buena pinta, narradora¡ suena muy interesante, en cuanto a lo de ficción, me parece que las personas que lo sueltan, intentan decir que es una lectura más superficial.
    Como si en una biografia no contuviera muchas veces cantidades ingentes de ficción, en fin, para gustos, colores.

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  2. Bueno, yo este año he tenido mucha suerte con las uvas. Vamos, no me pasa como a ti, pero es que este año estaban, no me preguntes porque, dulcísimas! Y me las terminé todas a tiempo! (claro, que 15 minutos antes estaba ahi quitando pepitas, con eso NO puedo).
    Nunca me he encontrado a nadie que presuma de no leer ficción, y menos mal porque pensaría que es estupido o algo...
    Ya no recuerdo a quien se lo he dicho así que prefiero pecar por pesada: ¡FELIZ AÑO!

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  3. Pues yo si que me he encontrado con quien durante años no ha leído nada de ficción (siendo lector habitual, claro, los que no leen ni carne ni pescado no cuentan), por considerar que "no enseñaba nada". Que se aprovechaba más el tiempo con un buen libro de ensayo o técnico. He tenido que defender muchas veces tu misma postura. Al cabo de un montón de años a alguno lo he oído recular verbalmente y reconocer que estaba equivocado...

    Feliz año a todos

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  4. Yo de uvas nada, que soy alérgica, asi que mala suerte para todo el año. jajajaja. Las sustituí por lacasitos, muuuuuucho más fácil de comer.

    El otro día me dijo una amiga que conoce a un chico que no tiene tv, y eso aún lo puedo entender, pero que tampoco ve películas porque la ficción es lo peor que ha creado el hombre. En fin...qué vida más triste.

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  5. Pues a mi tampoco me gustan mucho las uvas pero para no faltar a la tradición me las como. Pero esta vez para no comprar muchas (ya que Ángeles ni laas prueba) compré esas ya preparadas en una copa de plástico y a eso sabían: a plástico. Puaj no pude tragármelas.

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  6. Yo como pasas. Son uvas asi que sigo la tradición pero mucho más facil de tragar.

    Feliz año nuevo.

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  7. Pues la película de Milos Forman le da mil vueltas al musical... pero sobre gustos, las uvas.

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  8. Estoy pensand seriamente en autorregalarme el juego Hotel por reyes, puede ser un puntazo jugar en familia (esq lo de perder en casa lo llevan fatal).
    Oye de verdad existe gente q no lee ficción, me asombra muchísimo!!

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  9. Yo tampoco como uvas para Nochevieja, me dan un asco terrible así que cada año las sustituyo por algo diferente: he pasado por almendras, lentejas, patatas... pero desde hace un par de años cojo un bombón y lo divido en doce partes, empiezo el año con un sabor alucinante en la boca ;)
    Por cierto, en casa se niegan ya a jugar al Monopoly, según ellos me sale una vena imperialista que es demasiado...

    Besos

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  10. Yo como mini ositos de chuches y 12 me saben a poco Cris jeje. A mi las chuches tampoco me hacen mucho chiste y poco tampoco...pero los mini ositos me van bien,desde luego un fin de año muy dulce:) Y el monopoly un juego genia, me gusta mucho y haber si esos reyes se acuerdan de mi... Un besote**

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  11. Feliz Año Nuevo!!
    Me ha sorprendido que comenzaras el año jugando al monopoly. El mío lo tengo desde hace unos 30 años y todavía lo conservo! Es el de las calles de Barcelona y en catalán, hecho al que no le di importancia en su momento pero no he visto ninguno tan antiguo en catalán.
    Y cambiando de tema, yo siempre, siempre me como las 12 uvas. Me encantan!!!

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  12. A mi me gustan las uvas, pero me da mucha rabia morder las pepitas...y aún así ni las pelo ni les quito las semillas ni nada: la vida es como viene y mis uvas también.
    Y el Monopoly...hace más de 20 años que no juego una partidita. lo que si hago es vaguear y leer...lo mejor para empezar el año.

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  13. Ángeles: ¿Y no tomas ninguna alternativa como los que comentan aquí? En mi familia también hay quien las sustituye por otras cosas.

    Sí que tiene buena pinta el nuevo libro de Javier Marías. Y estoy de acuerdo en que cualquier texto no-ficticio tiene siempre más ficción de la que pensamos.

    Mary Lou: ¡qué suerte lo de las uvas! Las mías para bien o para mal no supieron a nada, con eso me conformo porque creo que pedir que estén ricas como las tuyas es demasiado. Para lo que no tengo paciencia es para despeitar y quitar pieles y demás, siempre me ha hecho mucha gracia la gente que lo hace ;) Tampoco me molestan las pepitas ni la piel, claro.

    Óscar: a mí lo de la gente que presume (porque además presumen, con ínfulas) de no leer ficción me parece que po no hay leído nada de ficción o ha elegido muy mal.

    Bonitta: daría para todo un debate plantearse si la ficción la ha inventado el hombre o si realmente el hombre se inventó ya de serie con la ficción. Sinceramente, yo me inclino más por la segunda opción. En fin, ellos se lo pierden.

    Enrique: jajajaja... nosotros estuvimos mirando ese tipo de uvas (por lo cómodo) pero al final no nos decidimos precisamente porque la pinta de la copa y de las uvas era bastante similar. Siento que hicieras de conejillo de indias y confirmaras nuestras sospechas.

    Pilar: ¿eres Pilar de Somos 7, etc? ¿Tienes nuevo blog?

    Molinos: en mi familia creo que también hay (o lo hizo algún año) quien come pasas. Para mí eso sería mayor suplicio aún, las pasas no las puedo ni ver. Soy como Garfield, las quito de todo lo que las lleva.

    Depilady: efectivamente, cuestión de gustos.

    Dina: ¡anímate! Seguro que lo pasaríais de maravilla.

    LittleEmily: pues toma nota para el año que viene: el otro día en las tiendas de Happy Pills vendían pequeños paquetitos con las 12 gominolas de la suerte. Yo estuve muy tentada, pero al final las tradiciones me pueden siempre, por asco que me den ;)

    Bruni: mira lo que le he comentado a LittleEmily justo encima: creo que te han copiado la idea de las chucherías ;)

    Mar: ¡qué chulo tiene que ser tu Monopoly! Debe de ser toda una joya, seguro que vale mucho. En casa de mi tía hay un Palé (que al fin y al cabo era una copia descarada del Monopoly) también muy antiguo que es una verdadera reliquia. Cuida mucho el tuyo.

    Samedimanche: yo tampoco tengo paciencia para quitar ni piel ni pepitas y tampoco me molestan especialmente. Ahora venden uvas sin pepitas, ¿las has visto?

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  14. ¡¡Uvas sin pepitas!! ¡Como las sandías! Hoy las ciencias se adelantan que es una barbaridad...me has alegrado el día. :-D

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