miércoles, 27 de abril de 2011

Dulces

Pues sí, llevamos unos días de comer dulces que casi no hay segundo que pase sin que yo me pregunte qué habría hecho si la prueba de la glucosa hubiera salido mal. Menos mal que no fue el caso. Con la excepción del domingo por la mañana en que recordé cómo era tener hambre, sigo comiendo un poco por comer, y así como a las naranjas les estoy cogiendo una tirria espantosa, los dulces, por más que como, siguen siendo de las cosas que, sin hambre, siguen apeteciendo. Lo que se viene llamando glotonería, vamos.

Todo empezó antes de ir a Madrid, cuando me pasé por Las Arenas a estrenar la tienda de macarons - Enric Rosich - que había fichado el primer día que habíamos pasado por allí. La idea era comprar unos cuantos para llevarle a mi madre, pero al final acabé comprando también unos cuantos para casa y saboreando in situ uno de vainilla que el amable propietario de la tienda me dio a probar (y yo le eché un poco de cara porque él me daba a probar uno de chocolate y yo le dije que si me iba a dar uno prefería que fuera uno de vainilla). Me supo a gloria, así que me traje dos más de vainilla y uno de vainilla y fresa para sorpresa del propietario de la tienda que creo que durante nuestra conversación sobre la vainilla no se había hecho verdadera idea de lo mucho que me gusta. Deliciosos todos, eso sí.





Y he aquí los de mi madre, más variados y también muy ricos.


Muy recomendable la tienda (su contenido, en realidad), de verdad.

Así que en Madrid seguimos zampando algún que otro macaron y en nuestra primera mañana allí desayunamos chocolate con churros y luego tomamos unas pastitas de té que llevamos cuando pasamos por casa de mi tía.

Y todo sin olvidar que el postre de la comida de ese día era la famosa plancha de hojaldre con la que yo soñaba y que estuvo muy a la altura: deliciosa.





¿Menciono también que siendo una comida familiar la plancha no era el único postre sino que también había fresas con chocolate y un bizcocho casero de limón?

Los días siguientes - siempre desayunando lo que quedaba de plancha de crema - fueron casi moderados, aunque cenando con la única lectora en el Vips cayeron de postre unas tortitas a medias entre Manuel y yo...

Y todo para a la vuelta lanzarnos al pringoso mundo de las torrijas, claro. Un año más y seguimos sin acostumbrarnos a la cantiad de cacharros, superficies y utensilios que se manchan haciéndolas. Lo bueno es que luego saboreas la primera (y la segunda, y la octava) y te olvidas del pringue. Hmmmm, qué ricas.








Y sí, luego vino el día de la mona y aún quedan restos de huevos, figuritas de chocolate y demás que, por suerte, nos podemos tomar con más calma.

La semana que viene tengo revisión y me pesarán y a ver qué pasa... Mejor no pensarlo de momento. Como me decía ayer Manuel mientras yo hacía un esfuerzo sobrehumano (o eso parecía) por comer una naranja para merendar: que luego no me queje si Mister X le hace ascos a la fruta.

12 comentarios:

  1. Ay, Cristina, tú has disfrutado un montón, pero yo me he empachado solo de ver las fotos!! En cambio a mí me chifla la fruta pero no puedo comer mucha variación porque varias cosas me sientan mal.

    Estos días he comido chocolate belga, eso sí. Godiva y otro, mmm...

    ResponderEliminar
  2. Sí, yo también me he empachado un pcoo haciendo el recuento de dulces. En el momento de irlos comiendo no parecía tan excesivo ;) eso sí, a pesar de todo, me has puesto los dientes largos con lo de tus chocolates belgas. Hmmm.

    A mí la fruta no me dice nada especialmente, salvo las que me gustan mucho. La naranja la toleraba pero ahora es que la estoy aborreciendo a un ritmo vertiginoso. Y no sé si será pasajero o ya de por vida. Ahora me he aficionado a los melones Galia, pero, claro, la afición me sale un poco cara ;)

    ResponderEliminar
  3. ¡Qué buenas las torrijas! Con la edad, no sé por qué, soy cada vez menos de dulce (bueno, no está mal, mi figura lo agradece), pero cuando veo algo como las torrijas, que siempre me han enecantado, creo que sería capaz de comerme una. O quizás media, no sé. Ya te digo, mi tolerancia a lo dulce cae y cae cada vez más.

    ResponderEliminar
  4. Madremía q pinta tienen las torrijas, estoy por mandar el régimen a la mierda y hacerme unas para la merienda!!

    ResponderEliminar
  5. Yo no había visto nunca esos dulces tan vistosos y tienen una pinta estupenda. ¿son solo de Madrid? Yo soy de Barcelona y no si por aquí también los venden

    ResponderEliminar
  6. Se me ha subido el azúcar sólo de mirar las fotos, jajaja. A mí me encantan los dulces de las pastelerías pero los compro en ocasiones muy contadas. Casi todos los postres que tomo los hago yo en casa por lo del colesterol. Tengo la suerte de que también me gusta bastante la fruta (me encantan las fresas, los plátanos, el melón, las nectarinas, las manzanas, las ciruelas... muchas en realidad XD) y así consigo no atiborrarme a dulces constantemente, jaja. Ay si no tuviera que medirme :D Tú aprovecha hasta que el médico te diga que te controles, y mientras disfruta!

    saluditos

    ResponderEliminar
  7. Fijo que me apunto a tu próximo viaje a Madrid!! El hojaldre me encanta, la crema también, todo junto es casi el éxtasis!!! Sin palabras!!

    ResponderEliminar
  8. Uf pues ni te cuento la de dulces que nos hemos comido en Granada: torrijas, piononos, pastitas árabes...En cuanto a los macarons una vez los probé en esa tienda que hay frente a Santa María del Mar y me gustaron, aunque ya no los recuerdo muy bien.
    Besos

    ResponderEliminar
  9. Yo que sólo he cenado un yogurt y veo todo esto, ummmm que hambre me está entrando
    Por cierto muy divertida tu anécdota con Javier Marías
    Besos
    Emma

    ResponderEliminar
  10. Con la genética que tengo, acabaré teniendo diabetes seguro pero de momento ¡a disfrutar!
    Eso sí, me quedo con el hojaldre y los macarons, ya sabes que a mí las torrijas... : nunca había visto la combinación vainilla-fresa, probaré cuando Las Ventas se vacíe un poco... como se nota que el pastelero nunca te ha leído, ¿cómo dudar de tu amor por la vainilla? :D

    ResponderEliminar
  11. Elena: si me guío por el resto de la familia creo que no me acabará pasando como a ti. En mi familia somos golosos forever and ever ;)

    Dina: sí que te tuvieron que tentar las torrijas para plantearte hacerlas para merendar como si nada. Con la obra de ingeniería culinaria que suponen nosotros las planeamos muchísimo ;) ¿Las hiciste por fin?

    Amelia: si te refieres, como yo creo, a los macarons, esos como decía son de aquí de Barcelona, comprados en el centro comercial Las Arenas en una tienda especializada llamada Enric Rosich. ¡Acércate a probarlos! De todos modos, como dice Enrique en otro comentario, también los tienen en más pastelerías (aunque estos, con la excepción de los que probé en París) son los mejores que he probado aquí.

    Lillu: no me extraña lo de tu subida de azúcar, realmente es una entrada un pelín excesiva ;) A mí la fruta, por desgracia, no me entusiasma, pero estoy deseando que lleguen ya las nuevas (cerezas, melocotones, albaricoques) para poder variar un poco. Las naranjas ya no las puedo ni ver.

    Mar: jajaja... pues nada, cuando planees una escapadita a Madrid ya te recomendaré la pastelería para que vayas a por tu plancha de crema :D No te arrepentirás, te lo aseguro.

    Enrique: claro, hay que probar los dulces típicos :D Suenan muy bien todos, desde luego. Los macarons de esa pastelería no los he probado, pero sí los de alguna otra que no me dijeron gran cosa. Estos que pongo aquí son los que más se acercan a los parisinos de Ladurée.

    Emma: pobre, tú tan frugal con tu yogur y yo aquí con una sobredosis de azúcar ;)

    LittleEmily: me ha encantado tu lapsus de "Las Ventas". La tienda está en Las Arenas ;) Y sí, el de vainilla y fresa es de lo más recomendable. No recuerdo si tenía de melocotón...

    ResponderEliminar
  12. CASUALMENTE YO TAMBIEN HE ESTADO EN LA TIENDA DE "LAS ARENAS" COMIENDO MACARONS,LASTIMA QUE NO LLEVARA LA CAMARA DE FOTOS,ADEMAS DE BONITOS SON EXQUISITOS,Y REALMENTE EL SEÑOR DE LA TIENDA NOS DIO TODO TIPO DE EXPLICACIONES DE LA HISTORIA DE ESTE DULCE.UNA EXPERIENCIA INOLVIDABLE,YO PROBE DIFERENTES SABORES Y TODOS ERAN IMPRESIONANTES.POR CIERTO EL CENTRO COMERCIAL ESTA EN BARCELONA.

    ResponderEliminar