Aparte de porque nació Héctor, recordaré el verano de 2011 como el más caluroso de mi vida, independientemente de lo que digan las estadísticas meteorológicas al respecto. Lo digo desde ya porque dudo que ninguno de los veranos que están por venir se me pueda hacer más insoportable.
Durante los meses de verano me harté de oír a la gente de la calle y a las estadísticas meteorológicas que este julio había sido más fresco que otros años. Me harté por lo mucho que lo repetían, pero sobre todo por lo poco reflejada que veía mi percepción del mes en esas palabras.
Nuestra casa es calurosísima (y el superlativo se me queda corto), como pueden dar fe mis padres y su casi mes pasado en ella. Yo me pasé más de la mitad del mes siendo una incubadora humana, así que fresco pasé poco. Sólo quería beber, tomar helado y tomar fruta con mucho líquido y muy muy fresquita. Por suerte coincidió con una buena cosecha de brevas y de peritas en la casita de verano. Manuel, mi madre y yo nos pusimos las botas con ambos... menudos platos de postre dejábamos hechos una montaña de mondas y pieles rebañadas hasta el final.
Después nació Héctor y aunque dejé de ser una incubadora humana no dejé de pasar calor, más que nada porque con tenerlo en brazos, etc, el calor se intensificaba, la humedad infernal se acumulaba entre nuestras cuatro paredes y todos - Héctor incluído, aunque no lo pudiera verbalizar - pasábamos el día soñando con una ducha (baño, en el caso de Héctor). A eso hay que sumarle la muchísima sed que tenía (y tengo) constantemente (por aquello de dar el pecho, supongo).
El caso es que los días se hacían infernalmente eternos en ese aspecto y cuando fuimos a Madrid y pillamos unos días un poco más frescos nos llevamos una gran alegría y un gran respiro. De vuelta en casa pasamos otra vez mucho calor pero ya con la vista puesta en el otoño y el principio del fresquito que siempre llega, tarde o temprano, con la preciosa luz suave y amarillenta de septiembre.
Y así fue. Yo sigo teniendo más calor que la media, estoy segura, pero ahora con el fresquito y a pesar de los días del veranillo de San Miguel, lo voy notando un poco menos.
Me encanta el otoño siempre, pero creo que nunca antes lo había esperado con tanta impaciencia ni recibido con tanta alegría. Es como volver a respirar. Lo que me sorprende por partida doble es que ya sea octubre y que el tiempo haya pasado tan rápido. ¡Pero si hace nada (de verdad, hace nada) estábamos en pleno mes de julio saliendo con Héctor del hospital! Con lo largos que parecían algunos días infernales y al final resultó que se pasaron volando (eso lo digo ahora, claro). Se me hace muy raro que vaya anocheciendo tan pronto, creo que parte de mi mente se ha quedado anclada en un mes de agosto calurosísimo permanentemente.
Y una de las mejores cosas es también ver a Héctor en pijama por la noche. Está bien mono.
L’autor negro-criminal del mes és… Toni Hill
Hace 5 días
¡Qué composición tan materno-otoñal! Muy buena, Cristina. Yo doy fe de que el mes de Julio fue mucho más fresco de lo normal (por si no te habías creído lo que decían en las noticias :-).
ResponderEliminarYo soy calurosa, calurosa, calurosa. Lo paso fatal, acabo enfermando y no veo que llegue el otoño. A ver si este fin de semana caen las temperaturas en picado. Tu crónica me ha hecho sufrir...
ResponderEliminarJulio, lo disfruté. Agosto fue un infierno.
Ya se nota que ha refrescado por la noches y de día, aunque hace mucho sol y calor ya no es tan pegajoso como en verano. Pero no parece que el otoño auténtico tenga intención en llegar los próximos días...
ResponderEliminarYo por si acaso, ya he encendido las velitas para ir haciendo ambientillo en casa... a ver si por fin hace el fresquito que toca en esta época...
Besos.
A ver si acaba de una vez por todas este verano infernal. ¡Está poniendo a prueba mi paciencia! Me imagino perfectamente el agobio que ha tenido que ser el añadido miniestufa-Héctor.
ResponderEliminarPara el sábado anuncian fresquete y estoy que no puedo con la impaciencia. He sacado hasta el juego de sábanas de franela y he hecho crema de calabacín para un regimiento con la esperanza de que el frío se dé cuenta de que ya le toca venir XDDD ¡Es que no pega pasear con esas hojas otoñales y en manga corta!
Ayer intenté dejar dos comentarios...no sé que me sucede con blogger...Lo vuelvo a intentar hoy.
ResponderEliminarParece que el frío ya va a empezar a asomar la nariz...De todos modos, personalmente, disfruto mucho de esta época de Otoño, en la que aún no me envuelvo en mantas...A la vez, ya voy pensando en las bufandas y gorros...en especial cuando no se trata del frío invernal.
De todas formas, y a pesar de las estadísticas, vengo de un anormal clima tropical en las islas británicas...
Un besin!!
A mi me encantan los primeros días de otoño!! Aunque los días sean más cortos, la temperatura es muchísimo mejor. Lo único que no me gusta es la sensación de que las siguientes vacaciones van a tardar muuuuuuuuucho tiempo en llegar y tengo la sensación de que me será imposible aguantar hasta el verano.
ResponderEliminarUn abrazo!!!
Hace tiempo que te sigo porque me encantan tus recomendaciones de libros, tus experiencias anglófilas (no sé si se dice así), vamos que me encanta cotillear lo que cuentas.
ResponderEliminarEs la primera vez que escribo un comentario, pero hace meses que te sigo.
Felicidades por Héctor y bienvenida al club de tener que aparcar el libro porque literalmente se te cae en la cara porque te quedas dormida!!
Esta es mi familia:
www.cookingwithgirls.com
www.elblogdeanna.es
También es mi estación favorita, y cuando sale uno de de esos días frescos, soleados y un poco ventosos... heaven.
ResponderEliminarNice shoes :-)
A mi también me encanta el otoño porque ya dejas atrás los calores y te puedes poner su rebequita y tus tejanos que en verano tanto agobian, pero este año el otoño no acaba de llegar y estamos todos ya un poco hartos de tanta calor. Animo, que este fin de semana se preveen que bajen las temperaturas, que aunque la semana que viene dicen que volverán a subir al menos podremos respirar el finde
ResponderEliminarah, El patito de la foto también lo tiene mi hija y es mi favorito porque tiene un alita más corta que la otra.
No es que este verano haya sido el más caluroso, ni mucho menos, es que cuando se está embarazada -e inmediatamente después- se pasan unos calores tremendos. Doy fe porque tuve a mi primer hijo en diciembre, y entonces pensé que ese invierno no había hecho nada de frío; con el segundo, a mediados de julio, sudé la gota gorda, y durante agosto, e incluso en septiembre... Alegrías de la maternidad, ya sabes. Pero seguro que Héctor lo compensa sobrdamente.
ResponderEliminarPara mí los meses de verano ha sido tan calurosos como siempre. Si creo que en Septiembre y lo que llevamos de Octubre, está haciendo demasiado calor. No es normal que a estas alturas haga más de 30 grados. Seguro que cuando llegue el frío nos lamentaremos de nuevo. Saludos.
ResponderEliminarHola Cris,
ResponderEliminarAquí todavía no le hemos visto el pelo, así que de mientras aprovechamos los pocos días de sol que nos quedan para salir a pasear por las tardes y la verdad es que es una delicia. Mira que también soy fan nº1 del otoño, pero habrá que aprovechar lo que nos ofrece la naturaleza (últimamente algo caprichosa).
Un beso.
Pues por aquí sigue habiendo 26 grados de media, así que mucho octubre no veo yo al menos meteorológicamente hablando :D En el calendario, indudablemente lo es, aunque a mí también me ha llegado muy rápido y apenas me he enterado! Qué cosas :)
ResponderEliminarsaluditos
Que bonita la foto.
ResponderEliminarPor la noche se está bien por que baja la temperatura, pero de día todavía hace calor y la próxima semana aún más. Quiero el Otoño de verdad ya !!!
besos
Emma
Igual es la foto, pero veo al rorro algo amarillo. Yo, por si acaso, le dejaría de dar tanto flan chino El Mandarían.
ResponderEliminarY ya estamos a mediados de octubre y el calor no da tregua. Eso sí, ya he empezado con las lecturas típicamente otoñales: Anne Brontë, por ejemplo.
ResponderEliminarDespués de ver Jane Eyre en Sitges, no me he podido resistir ;)
Cristina, yo también doy fe de que en julio se estuvo muy bien, lástima que no lo pudieras disfrutar....
Elvira: un mes de julio fresco y voy yo y me monto mis mes de julio caluroso particular...
ResponderEliminarIris: bueno, al menos compruebo que agosto no fue también "imaginación" mía.
Guacimara: lo de las velitas para invocar al clima otoñal me ha encantado. ¡A ver si surten efecto!
Carolina: yo tengo poquísima paciencia para el calor y desde el primer día ya estoy deseando que pase, así que imagínate qué mal llevo estos días horribles...
María: me da muchísima rabia que Blogger no siempre ponga de su parte para que dejéis comentarios. Muchas gracias por intentarlo de nuevo.
Ya vi lo del Reino Unido y su ola de calor otoñal. Increíble y tú allí para verlo :)
Mar: claro, lo único bueno del verano son las vacaciones...
MA: muchas gracias por animarte a comentar. Me pasé por tus blogs y el de cociname enganchó un buen rato aunque no pude comentar. Volveré por ambos.
Miss Froy: discrepamos en el viento, yo no lo aguanto. Dias frescos y soleados y sin una pizcade aire para mí ;)
Amelia: sí, este patito fue un regalo de la única lectora y es monísimo, no salimos de casa sin él aunque Héctor aún no se entera mucho. ¡Que bajen pronto las temperaturas! Aunque el otro dijeron que hasta finales de mes nada de nada...
Elena: sí, menos mal que Héctor lo compensa porque estos calores son como una especie de plaga bíblica o algo. A ver si se pasan. Y veo que Blogger te dejó comentar esta vez. ¡Bien!
Pilar: qué va, te aseguro que yo nunca me lamento del frío. Es acordarme del calorazo y el sudor y dar gracias por los pies fríos.
Rosa: yo por las tardes salgo lo menos posible porque soy el plato preferido de los mosquitos y ya estoy harta de embadurnarme de la crema que los repele (más o menos). Frío ya, please.
Lillu: pues creo que este año en la península tenemos clima canario. lo siento pero no puedo decir que me guste ;)
Emma: qué bien que te gustara la foto. Y sí, esperamos con impaciencia al otoño de verdad.
Claudio: jajaja... seguiré tu consejo ;)
Little Emily: ¡¿Viste Jane Eyre en Sitges?! ¿En qué sesión? Nosotros estábamos allí para la del sábado por la mañana aunque sólo Manuel entró. ¿Coincidiríais? ¿Te gustó? ¿La comentarás en el blog?