La tradición no escrita de este blog indica que a la vuelta de un viaje la primera entrada siempre incluye una foto de lo acaparado durante el viaje en sí. Pues bien, en ese sentido esta será una entrada transgresora porque aún no he tenido tiempo de inmortalizar tales adquisiciones, y son cuantiosas. Lo que me preocupa, y la razón de ser de esa foto inmediate a la vuelta, es que se vayan dispersando por aquí y por allá en este caos de vida que llevamos con Héctor. Pero intentaré agrupar las máximas posibles para mostrarlas aquí.
Las adquisiciones que no hubo - ya lo aviso - fueron adornos de Navidad. Tenía hasta previsto cuáles compraría seguro en Marks & Spencer. Pero nada, fuimos a Marks & Spencer, compré algo de ropa para Héctor, comimos cosas ricas, compramos cosas ricas y monas y... nos fuimos sin que los adornos se nos pasaran por la cabeza. Un despiste enorme y por supuesto aunque hasta entonces habíamos visto muchos sitios que vendían adornos que yo me había negado a mirar siquiera reservándome para Marks & Spencer a partir de ese despiste los adornos desaparecieron de la faz de la tierra.
Hablando de adornos, salvo por los escaparates de las tiendas y alguna que otra calle tristemente iluminada (Tottenham Court Road o cómo conseguir deprimir a los transeúntes con un puñado de bombillas), vimos pocas iluminaciones. La visita matutina a Marks & Spencer fue suficiente baño de masas con cochecito a cuestas, no quiero ni pensar cómo se pone aquello por la tarde. Estuvimos punto de ir a Hamleys pero al final la masa nos asustó y además Héctor es demasiado pequeño para enterarse de lo chula que es esa juguetería. Ya insistirá en visitarla en futuros viajes.
Por lo demás fue un viaje tranquilito. La primera tarde la pasamos, como no podía ser de otra forma, explorando Charing Cross. Y luego paseando de acá para allá. Con el cochecito daba cierta pereza meterse en las estrecheces del metro londinense (y de hecho después de volver he visto que Anna Quindlen cita a una horrorizada madre londinense diciendo más o menos lo mismo) así que lo hacíamos todo a pie. Esta vez, para estar un poco más céntricos, cambiamos de hotel (y aunque el nuevo estaba bien en cuanto podamos volvemos al de siempre en la orilla sur) así que caminábamos por nuestro "barrio" que, curiosamente, era también el barrio de la British Library, por lo que el manuscrito de Jane Eyre (y la tienda de regalos de la British Library) recibió su tradicional visita (lo que no pudo ser fue escaparnos a la National Portrait Gallery, otro de nuestros clásicos).
Y como dice Anna Quindlen en su Imagined London (que sigo leyendo), en Londres no hay esquina que gires que no te lleve de lleno a un trozo de historia, por lo que pasear es siempre una actividad de lo más amena. Ya puedes pensar que estás yendo por una calle cualquiera cuando de repente te topas con la Broadcasting House de la BBC, una maravillosa "crescent" de Mayfair, calles donde vivió Virginia Woolf, una de las calles donde vivió Dickens, un minicentro comercial acogedor e inesperado en el que alimentar a cierta criatura hambrienta y, de paso, comprarle un par de trapitos monísimos así como clotted cream y otras delicatessen británicas. Pocos sitios en los que pasear sin rumbo - o con él - resulte tan turístico como en Londres.
También hubo visita a la tienda de Persephone Books, que quedaba bastante cerca dle hotel. De nuevo confirmé mis sospechas de la vez anterior: es una tienda que me incomoda mucho y, por el bien de mi amor por sus libros, creo que, salvo pasar por delante, será también la última vez que entro. Todo lo acogedoras que son sus publicaciones - tanto libros como Bianually, Persephone Post, etc - me resulta gélido en las dos visitas que he hecho a la tienda. Tuve que saludar varias veces al entrar hasta que me respondió una chica desganada, preguntar por un libro y alguna otra cosa fue un trance y, aunque mi compra no fue especialmente pequeña, se ve que no me gané ni un triste "goodbye". No respondieron al mío y yo no lo intenté más. Si no quieo aborrecer sus libros lo mejor será no volve por allí, y no es algo que me alegre decir.
Las otras dos tardes, Manuel se fue a culturizarse viendo la nueva Cumbres borrascosas y un musical mientras yo me quedaba tranquilamente con Héctor en la habitación del hotel. Manuel se lo imaginaba claustrofóbico pero lo cierto es que mis cuatro paredes eran de lo más acogedoras: buena compañía (Héctor estaba de muy buen humor, sólo se atravesó un poco la primera tarde de Charing Cross, supongo que él también acusaba el viaje y las muchas horas pululando, aunque por un momento nos planteamos que - oh, sacrilegio - fuera una vena francófila o algo así), buena televisión, hervidor de agua en la habitación y casi, casi barra libre de todo tipo de comida de Marks & Spencer. Y un montón de libros y compras varias por los que husmear en los ratitos en que Héctor se quedaba dormidillo (escasos: a él lo que le gustaba - salvo por esa primera tarde - era dormirse respirando Londres: las tardes de hotel eran para jugar en la cama gigante y las noches para no dejarnos dormir).
He aquí una compra de Marks & Spencer que no sé si era más bonita por dentro o por fuera. Pese a que con Héctor el espacio de la maleta para compras se ha visto reducido, no pude dejar esta preciosidad de caja de lata en la tienda. Lo único que había que hacer era comerse las galletas in situ y rellenar con libros a la vuelta. Así lo hicimos.
Y así transcurrió el primer viaje a Londres de Héctor. El año que viene, por aquello de los Juegos Olímpicos, no creo que pisemos la ciudad, pero por supuesto a Londres siempre se vuelve.
Mis hijas no olvidaran Hamleys probablemente nunca. Pero llevas razón. Para Hector es un poco pronto. Aunuq ehe de reconocer que yo me lo pasé igual de bomba que ellas
ResponderEliminarSí, es cierto que para Héctor es un poco pronto. La visita era en realidad más para los padres ;)
Eliminar¡Para ser una miniescapada con bbé incluido la habeis aprovechado mucho! Qué rabia lo de los adornos y sobre todo lo de Persephone, no me lo esperaba por lo que cuentas de sus libros. Espero las fotos de tus adquisiciones para ponerme los dientes largos. Saludos
ResponderEliminarSí, la verdad es que contábamos con poder hacer menos cosas y nos cundió. Un día de estos escribo la entrada de las adquisiciones. Hace ya más de un mes que nos las trajimos, qué mal.
EliminarQué valientes sois, yo he esperado a que mi niña tuviera casi cuatro años para irme de viaje :) Me alegro de que lo hayáis pasado bien.
ResponderEliminarA tí se te han olvidado los adornos... y a mí, que me vuelve loca el te, cuando estuve en Londres este verano no me acordé de comprar ni un solo paquete... Para matarme.
Bueno, con dos es diferente. Y es cierto que el el hecho de que al menos sepan andar ayuda, porqeu los aeropuertos no están pensados para bebés que no andan (Heathrow un poco más) y la gente es muy borde.
EliminarJajaja... yo esta vez conseguí venirme sin ningún té nuevo. Tuve alguno en las manos pero es que tengo un armario a rebosar y hasta que no haya hueco no hay tés nuevos.
O sea, que yo compadeciéndome de usted ('pobrecita, ahora con el rorro se le ha acabado el viajar tanto como antes') y resulta que se me han ido por ahí. ¡Y a Londres, nada menos! Enhorabuena, pues. Lo envidioso no quita lo cortés.
ResponderEliminarY totalmente de acuerdo en otra cosa: una habitación de hotel con libros recién comprados, comida de M&S y una kettle deja muy poco que pedir.
Ya sabes eso de que la cabra tira al monte. Y la anglofilia es intensa pero por suerte fácil de satisfacer una vez allí (véase lo de la habitación).
EliminarMe alegra ver que el viaje ha ido muy bien aunque hayais regresado sin adornos de Navidad. Aun así, este año ya tendeis en casa el más bonito del mundo!!!!!!!! Y ahora, notición: si todo va bien, yo también tendré el mío la próxima Navidad!!
ResponderEliminarBueno, Mar, a lo más importante (importantísimo) de tu comentario ya contesté en tu blog, pero me ha encantado volver a leer tu comentario, tan sutil...
EliminarQué ilusión! Primera crónica londinense con Héctor! Me alegro muchísimo de que hayáis retomado vuestros viajes incluyendo a Héctor y me sabe muy mal que hayas sentido mal atendida en la tienda Persephone... :(
ResponderEliminarTengo debilidad por las cajas metálicas y esa de galletas es una preciosidad! Además así los libros que llevasteis dentro estuvieron mejor protegidos en el viaje jeje!
Besos.
Si las cajas de lata son una debilidad tuya lo habrías pasado verdaderamente mal en Marks & Spencer para elegir sólo una, créeme...
EliminarCristina,...qué bien describes el viaje. Entran ganas de irse corriendo allí...aunque ya con la primera foto tengo bastante.
ResponderEliminarNosotros solemos alojarnos en ese barrio...cerca de Dickens, Russell Square, Persephone (siento mucho que te hayan tratado así, la verdad es que yo no puedo decir lo mismo, conmigo siempre han sido muy amables, hasta el punto de enviarme gratis un libro que dejé olvidado en la tienda),...Veo que te lo montas muy bien. Tu habitación tuvo que ser de lo más acogedora, con los suministros de M&S y Héctor dormido....y por supuesto...esos libros de los que aún no nos has hablado y han venido contigo!!
Espero que nos cuentes más cositas...leerte siempre es un placer!! Besos!!
Ya, si todos los comentarios que veo por ahí acerca de la tienda de Persephone son sobre lo agradables que son, el buen trato, el gusto que da ir... pero conmigo nada. Así que creo que no volveré. Total, lo importante son los libros y esos, por suerte, se pueden comprar a distancia.
EliminarLuego vendré a leer la entrada con calma, pero me adelanto para decirte lo mucho que me gusta la primera foto, es bestial!!
ResponderEliminarAy, qué ilusión. Hice poquísimas fotos, así que me alegra que al menos alguna de la que hice merezca la pena.
EliminarA mí también me sorprendió la poca iluminación de Londres, supongo que acostumbrada a Bcn me esperaba más.
ResponderEliminarPetó
¿Verdad? Menos mal que las tiendas se vuelcan...
EliminarImprime la crónica para el álbum de Héctor!! Me alegro de que vuestra escapada os haya ido tan bien...pero siento leer lo de las siesas de Persephone. Conmigo estuvieron de lo más amable ( supongo que porque mi ingles las divertía )a pesar de las caras de "sal ya de ahí, snob", que me lanzaba mi Santo desde la calle.
ResponderEliminarY en cuanto a Londres 2012...yo tenía muy claro que no iba a asomarme, pero es que el año Dickens me puede...
¿Entonces habrá una visita a Londres este año? Qué bien...
EliminarQue bien que lo pasais¡ Para ser el primer contacto con Londres, parece que no ha ido nada mal.
ResponderEliminarEsa lata de galletas es preciosa, me dais mucha envidia¡
Nada, pero que nada mal.
EliminarY sí, más de un mes después sigo enamorada de mi caja :D
Me ha encantado esta minicrónica, tienes una forma de relatar que siempre me saca una sonrisa, me gusta mucho como escribes. Un abrazo.
ResponderEliminarP.D. Por cierto ¿hotel St. George tal vez?
Muchas gracias :)
EliminarEl hotel era un Premier Inn. Nunca habíamos estado en uno y la verdad es que para lo que es Londres no estuvo nada mal, además era nuevecito.
Me alegro que hayáis tenido buen viaje, y veo que el tiempo os ha sonreído más a vosotros que a mí el pasado fin de semana en Londres! Y certifico que por las tardes estos días no se podía casi ni caminar por la ciudad...
ResponderEliminarA nosotros nos hizo fresquito pero no nos cayó ni una gota de lluvia, cosa que agradecimos pese a ir preparados. Siento que tú no tuvieras la misma suerte.
EliminarA esa caja de galletas le eché el ojo yo en Noviembre en un M&S de Las Palmas - creo que es el único sitio en España donde hay tiendas de ellos, ¿no?- pero al final no la compré, qué bien que enseñes cómo es por dentro.
ResponderEliminarA raíz de tu comentario me enteré de que aún quedan algunos M&S en España. ¡Y yo que pensaba que los habían cerrado todos cuando cerraron el de Madrid!
EliminarOh, qué envidia, qué envidia!! Londres es mi ciudad. Y a tu hijo le has introducido bien pronto!!
ResponderEliminarSíp, ahora a confiar en que como mínimo no le coja tirria a lo inglés, quepor llevar la contraria todo pudiera ser ;)
EliminarMe alegra que os lo pasarais bien. A mi también me da envidia como a Elvira pero yo aún no he ido a Londres que espero visitar algún día.
ResponderEliminarPues a ver si lo consigues. Merece mucho la pena, seguro que te encantá.
EliminarTienes razón en cuanto a lo del metro, no es un medio de transporte óptimo en Londres con movilidad reducida o con carrito. Nosotros el último viaje acabamos pasándonos al bus, fue todo un descubrimiento. Admiro vuestra iniciativa de viajar con niño, mucha gente se echa atrás y se queda en casa.
ResponderEliminarBesos y felices fiestas
Nosotros pensamos lo del autobús, pero como no llovía y los paseos eran tan agradables pues caminábamos sin problemas.
EliminarCompruebo, efectivamente, que cuento lo de Londres a otras madres con niños pequeñitos y se quedan alucinadas. ¿Por qué? Es cuestión de logística y de pensar que lo más complicado es el aeropuerto y, como mucho, el avión (no con Héctor, que se queda siempre dormidísimo). El resto es pasear igual que por donde vives, no sé.
Tu minicrónica me ha parecido una máxima crónica, me ha encantado. Era como estar en Londres con vosotros pero sólo mirando sin hablar.
ResponderEliminarFeliz Navidad
Besos
Emma
Ay, me alegro mucho :D
Eliminar¡Muy feliz Navidad ahora que sois tres!! Os dejo un abrazo con mis mejores deseos
ResponderEliminarTarde pero gracias.
EliminarFeliz Navidad!! Qué disfrutes mucho de estas primeras Navidades de vuestro hijo. Os deseo todo lo mejor...además de muchos libros, lecturas, encuentros...en fin...no acabaría.
ResponderEliminarUn abrazo!!!
Muchas gracias por los buenos deseos, María.
Eliminar¡Muy Feliz Navidad! ¡Que paseis unos días de amor y felicidad los tres! Besos
ResponderEliminar¡Gracias!
EliminarPor supuesto que a Londres siempre se vuelve =)
ResponderEliminar¡Qué envidia de viaje!
Me encanta la cajita.
¡Felices fiestas!
Y volveremos, volveremos :D
EliminarY pasaste por Skoob Books? A 5 minutos de Persephone. Las chicas de Persephone son un poco rancias de entrada, pero cuando te conocen ya empiezan a amarte. Ingleses!
ResponderEliminarQué rabia. Anotada para la próxima :)
EliminarHola Cristina! Excelente crónica de viaje, mis felicitaciones. Y las fotografías son espectaculares. Yo muero de ganas por realizar este viaje, nunca he ido a londres y siempre he querido... Saludos
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