lunes, 17 de diciembre de 2007

Ronda literaria

El viernes por la noche, cuando volvimos del concierto cogí La trilogía de Nueva York de Paul Auster para lo que creía que sería un momento y acabé leyendo hasta terminar el libro cerca de las dos. La tercera historia también me pareció muy buena. Quizá algo menos que la primera pero impresionante aun así.

Lo que noto, habiendo leído este libro con tres historias de la segunda mitad de los 80 y habiendo leído el libro más reciente (Brooklyn Follies), es que con los años Paul Auster se ha hecho un poco más comercial. Parece que escribe un poco menos para sí mismo y un poco más para sus posibles lectores. Yo no lo veo particularmente mal, pero supongo que hay gente a la que esta evolución no le gusta. Salvando las distancias y con miedo de que me tiren piedras o tomates, se podría decir que Paul Auster es un poco Bon Jovi.

El cuarto cerrado - la tercera historia - incluye una pequeña reflexión sobre las biografías, un tema que siempre me interesa. He leído muchas biografías Brontë y bastantes no-Brontë, sé el tipo de biografía que me gusta y el tipo de biografía que no me gusta y me parece que escribir una biografía es más complicado de lo que pueda parecer. Y luego está el hecho de que leer una biografía no siempre ayuda a ver mejor a la persona en cuestión. Decía Paul Auster:

Every life is inexplicable, I kept telling myself. No matter how many facts are told, no matter how many details are given, the essential thing resists telling. To say that so and so was born here and went there, that he did this and did that, that he married this woman and had these children, that he lived, that he died, that he left behind these books or this battle or that bridge--none of that tells us very much.
Me repetía que todas las vidas son inexplicables. Da igual cuántos hechos se enumeren, da igual cuántos detalles se den, lo esencial se resiste a ser contado. Decir que Fulanito nació aquí y fue allí, que hizo esto y lo otro, que se casó con tal mujer y que tuvo estos hijos, que vivió, que murió, que nos dejó estos libros o esa batalla o aquel puente no es decir mucho.
(La traducción cutre y apresurada es, ejem, mía.)

El caso es que eso me lleva a mi nueva lectura: una biografía de Elizabeth Barrett Browning (artículo de la wikipedia sobre EBB. Quién se resiste a querer saber más sobre esta mujer.) escrita por mi adorada Margaret Forster. Llevo muy, muy poquito pero de momento está tan bien como era de esperar.

Y el viernes también me hice con un par de libros. No está bien que en la Fnac organicen el día del socio porque voy y me vuelvo loca. El caso es que por fin compré Atonement (Expiación) de Ian McEwan. Ahora todo el mundo lo lee por la película, pero yo lo conocía y quería leerlo desde hace años. La película, que no he visto, sólo me ha dado el empujón final. Por eso no quería comprar una edición que tuviera el cartel y el viernes pasado por fin encontré un resto con la portada antigua. También di por casualidad con un libro de un tal Jeremy Paxman llamado The English (Los ingleses). Es un libro sobre por qué los ingleses son como son y por lo que he hojeado tiene buena pinta: información y sentido del humor. ¿Y por qué di por casualidad con este libro que estaba más bien escondido en la estantería? Porque forma parte de los nuevos Penguin Celebrations y aunque luego siempre suelo sacarle alguna pega a las ediciones especiales de Penguin, sus portadas siempre me tientan mucho. Estaba deseando tener alguno de esta colección pero hasta ahora los que me gustaban ya los tenía (y sólo hago lo de comprar 6375375 ediciones del mismo libro con los Brontë) y los que no conocía no me convencían nada.

Hay un dicho inglés que dice que no debes juzgar un libro por su portada. Pues yo lo hago y me quedo más ancha que larga. Y me va mejor de lo que cabría esperar.

2 comentarios:

  1. A ver si me acabo yo la trilogia de NY. Se supone que ahora me estoy leyendo Cuento de Navidad, pero no se porque nunca me leo ese libro. Lo intento, pero siempre me da pereza. Deberia comprarme uno con dibujines, seguro que mejoraria la cosa. Acabare viendo la version telefilmica de los teleñecos seguramente. Besos!!

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  2. Acábala, que seguro que te gustará. No es tan navideña como Cuento de Navidad pero tampoco está mal para leerla en vacaciones.

    Ufff, a mí Dickens no me gusta por muy navideño que se ponga, no me extraña que te dé pereza. Creo que yo tenía un cuento chulísimo de Cuento de Navidad con dibujos de Disney, pero no estoy segura. Igual te lo puedo localizar para la próxima Navidad :P

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