miércoles, 6 de abril de 2011

Media mañana


No tiene mala pinta en la foto, ¿eh? Mi comida/aperitivo/picoteo de media mañana para acompañar a la pastillita de hierro (que no puse en la foto: añadía demasiado dramatismo). Pues bien, en la vida real es un suplicio. Comer sin hambre es un pequeño drama por el que antes pasaba dos o tres veces al día, dependiendo de si tenía hambre para desayunar o no, para el resto de comidas muy pocas veces. Ahora resulta que paso cinco veces por el suplicio de comer sin ganas. Y me paso el día llena y mirando con recelo el reloj a medida que se acerca la siguiente comida cuando yo tengo la sensación de no haber digerido aún las dos últimas por lo menos. Ayer por la tarde se me echaba encima la hora de la merienda y la preparación de la cena y, ufff, de verdad que lo temía. Estar lleno y sin hambre no motiva mucho a la hora de preparar la cena, aunque sea algo tan sencillo como unas judías verdes. Aún quedan unas cuantas madalenas y ya ni siquiera sueño con comérmelas de una sentada. Con eso lo digo todo.

Es muy raro eso de casi nunca tener hambre. Y los días que me levanto con hambre ni siquiera es hambre de esa de sonar las tripas y desear hincarle el diente a lo que sea. Es un hambre difusa que no se parece en nada al hambre de verdad. El otro día escuchaba una canción ochentera de Bon Jovi (era predecible, claro: a Mister X Bon Jovi no le dice gran cosa, hay pocos violines):



La letra me hizo pensar sobre el tema cuando dice "our love is like a hunger without it we would starve". Que una se tenga que enterar de "cosas científicas" por Bon Jovi es raro, pero es verdad que la sensación de hambre está ahí para que no te mueras de hambre o de desnutrición. Y de ahí que yo tenga que comer con o sin hambre, claro.

Mi madre sugirió que comprara almendras para picar entre horas y ayer cuando salí a comprar las judías verdes que tenía pensado hacer y que se me había olvidado comprar antes me olvidé de comprarlas (¿qué decíais de la memoria y los despistes el otro día?) pero Manuel las trajo. De momento ayer tuvieron buena acogida, veremos cuánto tiempo hasta que se vuelvan un suplicio mental.

Y lo peor de todo es que estoy segura de que si el otro día en la visita al médico resultó que tenía que comer más, etc., etc., si no es en la siguiente visita el mes que viene o si no más adelante me llevaré alguna charla sobre haber cogido demasiado peso. Tiempo al tiempo.

En fin, que la foto de arriba ya digo que tiene buena pinta pero en mi cabeza la veo y la primera imagen que me provoca es la de un cerdito al que están cebando.

12 comentarios:

  1. Ya verás que, en cuanto te acostumbres a comer 5 veces al día, te encontrarás estupendamente. Yo es algo que tengo recomendado por mi doctora de medicina funcional y que intento cumplir (aunque debo reconocer que me salto alguna comida o como algo no deseable).
    Un abrazo muy grande!!

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  2. Gracias por los ánimos. Ya sé que lo sano es lo de las cinco comidas, pero de verdad que no lo entiendo. Espero que, si nunca llego a ellas con ganas, como mínimo me acostumbre como tú dices.

    A mí antes que entre horas siempre me apetecían dulces o porquerías y me moderaba ahora ya ni eso. La comida es sólo comida, pocas cosas más apetecibles que el resto. Es horrible.

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  3. El truco está en saber repartir! Comer al mediodía pensando que en un par de horas, a lo sumo tres, vas a tener que merendar! Uno de los consejos que me dio fue no comer postre y guardarlo para la merienda.
    Con lo que aluciné fue con el desayuno: nunca comía nada antes de las 12 y me resultaba imposible. Comencé con un actimel a las 9, mirándolo y pensando, va que es como un vaso de agua, tú puedes! Cuando me habitué al actimel, pasé al yogourt, luego a un bocadillito y ahora soy capaz de comerme uno como el de tu foto!
    Ya verás como te acostumbrarás!!

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  4. Gracias por los consejos. Te aseguro que cuando estoy comiendo ya estoy pensando - pero no con alegría - que luego toca la merienda, cuando meriendo pienso que luego toca la cena, etc. Un bucle eterno. Ayer cuando me iba a ir a la cama fui por el frigorífico a beber agua y Manuel, muy gracioso él, me preguntó, ¿qué te toca comer ahora? ("un chuletón", le respondí).

    Yo ya te digo que con el desayuno no tengo problemas. Eso sí, ahora pensar que es sólo la primera comida del día me pone los pelos de punta. Espero de verdad acostumbrarme como tú dices.

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  5. Pues nunca he tenido ese problema, la verdad. Porque como me sobra peso, si un día no tengo nada de hambre apenas como, y tan contenta. Lo que sí conozco es lo de que te tienten cosas engordantes y no comértelas para no engordar. Pero a pesar de lo que pueda parecer por este comentario, no soy tragona. Como moderadamente 3 veces al día.

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  6. Envidio tu falta de hambre en pleno apogeo de mi dieta!!

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  7. Pues nada que añadir a lo que ya te ha dicho Mar :) El cuerpo se acostumbra a todo y si tiene que hacer cinco comidas, aunque al principio le cueste más porque no lo hace habitualmente, al final hasta te las exigirá, ya verás. Y Mister X seguro que te ayuda a digerir todo lo que te metas, jaja.

    saluditos

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  8. Mucha experiencia en hacer cinco comidas al día no tengo, procuro hacer tres o si tengo hambre a media tarde cuatro. La única vez que he hecho cinco comidas ha sido cuando he estado a dieta y me daba una sensación parecida a pesar de que el resultado tenía que ser el contrario. En fin... que he sido de poca ayuda :)

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  9. Mmm...ese pan con queso...qué buena pinta tiene!!
    También la lectura que tienes entre manos.
    Besos!!

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  10. Que te puedo decir, siempre estoy a dietaeterna, pero bueno, la verdad es que cuesta, hacer media mañana y merendar.
    Todo es por una buena causa, un Mister x perfecto, en tu caso, dolor de rodilla en el mio, y tu meta esta cada vez más cerquita ;))

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  11. Elvira: yo te aseguro que nunca había pasado por algo así tampoco. Pero si antes tenía que contenerme para no picotear entre horas y demás. Pues ahora, nada. También puede ser eso que me pasa a mí de no poder hacer las cosas por obligación: me mandan comer, pues me cierro en banda y se me hace cuesta arriba. Terrible.

    Samedimanche: qué poca sensibilidad la mía... En fin, ánimo.

    Dina: ay, qué mal, qué mal, y yo quejándome porque tengo que comer. En fin, si es que está claro que nunca llueve a gusto de todos ;) ¡Ánimo!

    Lillu: espero que el cuerpo se acostumbre. Lo malo es que ya me costaba hacer las tres comidas, con lo cual ahora cinco ni te cuento. Pues no sé si Mister X contribuye a la digestión o se entretiene haciendo tapón ;)

    LittleEmily: sí, lo de las cinco comidas es extraño, desde luego. Yo antes también merendaba a veces, sobre todo si había restos de repostería. Pero esto de tener que merendar (y tomar algo a media mañana también) por sistema... ufff.

    María: me alegra que lo veas con buena pinta, yo no lo veía tan atractivo, te lo aseguro.

    Ángeles: síp, todo sea por una buena causa (¿y qué voy a hacer cuando haga más calor y tenga aun menos hambre? La meta está más cerca, sí, pero el calor también...). En fin, que te sea leve a ti también por la parte que te toca.

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