Ayer volvimos al Liceo, pero en este caso no fue para asistir a una ópera, sino para ver a Marlango de nuevo.
Tenía muchas ganas de verlos y quizá por eso la tarde de espera se me hizo un poco larga. Llegué al centro con tiempo para dar una vuelta, busqué el molde más normal del mundo en Habitat pero tampoco lo tenían (!), curioseé un poco por la FNAC, recogí un libro en La Central, pululé un poco, entré en Zara, entré en H&M, me compré una falda que había visto hace unos meses y que entonces costaba casi 25 euros y ayer estaba rebajada a 10, barajé la posibilidad de ir por El Corte Inglés a por la taza Bodum y el molde, descarté la opción (ya iré otro día) y esperé a Manuel. Todo en el espacio de una hora. Pensaba que Manuel tardaría menos en llegar así que iba rápido-rápido-rápido de un sitio en otro.
Cuando llegó Manuel, aunque él no quiso, me animé a probar una nueva heladería (o al menos yo no la había visto antes) de las Ramblas: Amorino, de helado artesano y muchísimos sabores (una pena que no haya donde sentarse). Me costó decidirme, pero al final por tres euros tuve una tarrina llena de helado de vainilla de Madagascar, pistachos de Bronte (sí, después de oír hablar tanto de ellos por el nombre no podía dejar pasar la oportunidad de probarlos; venía alguno entero dentro el helado, que resultó estar muy rico) y chocolate de Ecuador. Riquísimos los tres, con debilidad especial por el de vainilla. Cuando le comenté a Manuel lo rica que estaba la vainilla se rió porque por lo visto siempre lo digo. Pero no es así, la vainilla que sabe muy artificial no me gusta, y esta estaba riquísima de verdad.
Total, que pululamos más, fuimos al Starbucks y por fin fuimos al Liceo, llegamos con un poco más de media hora de antelación, así que hubo tiempo de deleitarnos de nuevo con lo bonito que es el Liceo por dentro y comprobar que casi teníamos los mismos asientos que la vez anterior. (Somos cuadriculados porque el mundo nos hace así; fue casualidad).
Salió el telonero (un tal Aaron Thomas acompañado de una chica llamada Rebeca) y se hizo larguíiiiiiiisimo. No porque el chico fuera malo ni lo hiciera mal, sino porque los teloneros son un rollo siempre, sean quienes sean. No son el grupo al que has ido a ver, así que cansan. (Siempre que hablan de Pereza, ahora tan "valorados", le cuento a Manuel la misma anécdota (qué repetitiva soy, primero la vainilla y ahora esto), que es como una batallita de la guerra y es algo así: "¡uy, Pereza! Ahora resulta que son buenos y todo. Pues en mi primer concierto de Bon Jovi fueron los teloneros y el público los abucheó..."). No se puede juzgar a un telonero en condiciones nunca.
El caso es que por fin se fueron y por fin salieron Marlango al escenario. Y sí, debo reconocer que soy una superficial, porque antes de fijarme en la canción que abría el concierto, en la música o en lo bien que estaba el grupo me fijé en este "pequeño" detalle que también se ve en la foto: el sujetador de Leonor Watling, que me hizo daño a la vista durante todo el concierto, pero que por suerte lo bien que estuvo el concierto consiguió eclipsar un poco.
Al principio pasó lo de la otra vez en el Palau, que salen muy serios o muy callados al escenario, pero luego por suerte empiezan a hablar entre las canciones y, sobre todo Alejandro Pelayo, son divertidísimos. Además no paraban de repetir lo especial que era y la ilusión que les hacía poder tocar en el Liceo, que sí que supongo que debe de ser toda una experiencia. Y además, por lo que yo pude ver, estaba lleno hasta la bandera, con la excepción de las dos señoras que teníamos delante y que al cabo de un par de canciones o así se marcharon. ¿Se habrían equivocado? ¿Pensarían que era otra cosa?
El concierto empezó más tranquilito y el ritmo fue incrementándose a medida que avanzaba. Y ellos se iban soltando. Mención especial al momento en que Leonor Watling anunció que iba a cantar Lullaby (que era la que sonaba el día de la nieve) (compuesta para Bugaboo (y ahora veo que el vestido de la campaña es el mismo que llevaba anoche), dentro del proyecto RED (no quiero desmerecer el proyecto (en el que también participan otros como Starbucks, por ejemplo) pero con lo que cuesta un cochecito Bugaboo* pueden donar dinero para el SIDA en África y, si quisieran, para veinte proyectos solidarios más) y que, como no se acordaba bien de la letra, la iba a buscar en el cuaderno para no meter la pata. Buscó y rebuscó la pobre mientras comentaba que cuando los periodistas les preguntan por qué cantan en inglés y ellos hablan de sus influencias, etc., nunca dicen que en parte también es porque así si se le olvida la letra puede improvisar y se entera menos gente. Y como al final no encontró la letra, efectivamente improvisó mucho cantándola, pero esa es la gracia del directo. Me gustó el detalle.
Sí que cantaron una canción en español: una versión de No mires a los ojos de la gente, de Golpes Bajos.
Se notaba mucha diferencia de voz con respecto al concierto del Palau (que fue semanas después de haberlo cancelado por primera vez debido a una enfermedad, así que influiría), vaya voz que tenía ayer Leonor Watling: impresionante.
Así que lo pasamos de maravilla de canción en canción. Para acabar el concierto sacaron de nuevo a Aaron Thomas y a Rebeca y les hicieron participar en una de mis canciones preferidas de Marlango ( si no mi preferida directamente): It's Alright, que fue espectacular y salió muy bien y nos dejó con muy buen sabor de boca después de un concierto en el que nos lo habíamos pasado en grande. Y yo creo que ellos también, la verdad. Si repiten en Barcelona - ¿cuando repitan en Barcelona? - repetiremos nosotros también con toda seguridad.
(Hice un par de vídeos y creo que he recuperado mi cuenta de YouTube, así que si puedo luego quizá suba uno. Editado para añadir el vídeo de Pequeño Vals, una de mis otras canciones preferidas de Marlango):
* Lo sé porque en mis últimos tiempos en Madrid trabajé en una empresa de productos de niños, entre ellos carritos, y nunca dejaba de sorprenderme cómo gente que en otras cosas economiza quizá demasiado, no se corta a la hora de comprar un Bugaboo (porque lo usan muchos famosos entre ellos, supongo, Leonor Watling), un Stokke (no sé si lo usan famosos o no, pero me parece el coche más feo del mundo) o - lo peor de lo peor - un Jané de Carolina Herrera.
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Hace 5 días
Hala, que bien te lo pasas(la envidia me corroe) una cosa, para que no te des un paseo en balde, en el corte ingles de plaza ya no tienen nada de Bodum, de hecho el dia que me compre la taza , estaba bastante mosca, porque a mi me pasa lo mismo que a ti, con la diferencia de que veo una cosa tres mil veces y cuando la quiero comprar zass ya no hacen, se les ha acabado o aquello que te dicen tann bonito de: lo hemos tenido pero ya no lo tenemos,ayyy dime que no lo teneis, que más me dara a mi que lo hayais tenido hasta hace un microsegundo? en fin, un saludo.
ResponderEliminarAngeles
A mi tambien me corroe la envidia, porque me gusta mucho Marlango y nunca los he visto ni oído en directo... El lunes estuve en la última ópera de mi abono del Liceo para esta temporada y vi anunciado este concierto, pero dos días a Barcelona hubiera sido muy bestia. Aún me estoy recuperando del lunes... Habrá que provar uno de esos helados... mmm!
ResponderEliminarUuuy, creo que me vas a matar pero oí cantar a Leonor hace sólo unos días por primera vez. En cuestión de música vivo en el limbo... :)
ResponderEliminarEso sí, me gustó mucho.
Totalmente deacuerdo en que el concierto fue genial, pero no en que los teloneros cansan...en la mayoría de conciertos a los que voy me encanta escuchar a los teloneros y a veces descubres joyas!!!!!
ResponderEliminarA Aaron Thomas me apetecía escucharle, tiene una voz muy bonita y bonitas canciones, pero le falta tablas en el escenario.
Oír a The Sunday Drivers antes de Coldplay y a Outside Royalty antes de The Cranberries o a Texas antes de Bryan Adams no tiene precio!!!!
Suerte de tú crónica pq no he encontrado nada en condiciones que hablase sobre el concierto.
ResponderEliminarYo también estuven en el Palau y la verdad es k valen la pena (en el Liceo mejor sonido pero "pelín" más frío...).
Total, k el sabor de boca fue genial y más para un primerizo en el Liceo!
Merci y suerte
Pues me uno a las corroídas por la envidia, porque me encanta Marlango pero nunca he podido verlos en directo. Además es que Leonor me parece tan mona y además tan inteligente, que me da más envidia aún! XD
ResponderEliminarsaluditos
Yo tambien fuí con mi hija que no los conocía y pudimos unirnos más musicalmente, fué precioso como el escenario es simplemente delicioso
ResponderEliminarÁngeles: argh, soy gafe-gafe-gafe. Pero en fin, muchas gracias por avisar y por evitarme el paseo en balde. A mí también me "encanta" eso de "lo hemos tenido". Es una cosa que oigo mucho con eso de ser gafe.
ResponderEliminarGuacimara: me acordé de ti porque sabía que habías comentado que os quedaba El rapto del Serrallo este año. Qué pena que se juntaran las dos cosas en una misma semana y no pudieras venir, te habría encantado.
LittleEmily: jajaja... no te mato, tranquila. Más que nada porque yo también siempre estoy descubriendo a cantantes/grupos que el resto del mundo conoce de sobra ;)
Anónimo: bueno, pues me alegra entonces que haya a quien le gustan los teloneros. Suerte que tienes, a mí siempre se me hacen pesadísimos.
Sisco: gracias por la visita. El Periódico tiene una reseña del concierto (ni fu ni fa) en su web y La Vanguardia también, pero es de pago. Yo no lo encontré más frío que en el Palau en absoluto, la verdad.
Lillu: bueno, no te preocupes que seguro que tarde o temprano los peudes ver en directo. Y verás qué gozada.
Joan Manel: qué bien :)