jueves, 4 de septiembre de 2008

Musicales en Broadway

En nuestra apretada agenda pudimos hacer hueco para un par de musicales de Broadway. Las entradas para Xanadu las pudimos sacar por internet a pocos días de ir. Es en el teatro Helen Hayes que resulta ser el teatro más pequeño de Broadway. Y es que yo pensaba que off-Broadway indicaba que el teatro estaba fuera del "cogollo" y no, un teatro puede estar en pleno Boadway y aun así ser off-Broadway, porque se mide de acuerdo al número de asientos. El Helen Hayes tiene el mínimo necesario para ser considerado Broadway, pero aun así es muy chiquitito.

Tuvimos suerte, además, porque durante unas semanas la "estrella invitada" de Xanadu no es otra que Whoppi Goldberg. La mujer es divertidísima: va estando mayor y mientras que todas las demás actrices llevan unos taconazos ella lleva zapato plano y además reinventa las coreografías a si estilo. Vive su vida, pero está estupenda.

Yo no sé si he visto la película de Xanadu entera o sólo trozos, pero sé que el musical no se parece demasiado y que, mientras la película se tomaba a sí misma muy en serio, el musical no para de reírse de sí mismo y de un montón de gente y de situaciones. No es para menos, claro. La actriz que hace de Clio/Kira lo hace de maravilla y el papel tiene sus dificultades: no sólo baila y canta sino que se pasa más de la mitad del musical patinando y poniendo acento australiano.

El caso es que entre ella y el resto de musas y el chico que hace Sonny te pasas el rato riendo a carcajadas. A mí me gustó muchísimo mi primer musical de Broadway (¿a que suena bien decir eso?).

El otro musical que vimos fue el famoso Wicked. Menos mal que nos decidimos por este: el teatro estaba a un tiro de piedra del hotel y ver el enorme cartel que lo anunciaba constantemente desde la ventana y no haber ido a verlo hubiera sido una tortura. Pero para este no teníamos entradas adelantadas aunque, por lo que habíamos visto, sí que pensábamos que habría disponibles en taquilla. Y en esa taquilla fue donde se produjo mi otra anécdota de no entender nada de lo que me dicen. Pedimos las entrdas y yo entendí que el taquillero me decía que tenía dos asientos pero separados, pero como no estaba segura del todo le repetí para confirmar. Me llevé un agresivo "¡¿quién ha dicho eso?!". Qué miedo.

Y este teatro, el Gershwin, era justo lo contrario del Helen Hayes, enoooooooorme. Y eso que fuimos a una matinée (a las tres de la tarde de un domingo). El escenario, los efectos, los trajes y todo son espectaculares y te dejan boquiabierto todo el tiempo. No tanto como en Xanadú, claro, pero en este también te ríes mucho.

Las canciones también están muy bien. A mí sobre todo me gustó mucho Defying Gravity. En YouTube está con subtítulos en español aunque con otras actrices que no son las que nosotros vimos.

Por si hay alguien que no lo sepa, Wicked cuenta la otra versión de El Mago de Oz (y de hecho se ríe un poco de Dorothy, sin sacarla nunca a escena), la historia de Elphaba, la bruja mala del oeste y de Glinda, el hada buena (que, según ella misma en Wicked, antes se llamaba "Galinda con ga"). Glinda es una juerga. No sé cómo será el libro original, ahora tengo cierta curiosidad. Desde luego la historia, tal y como está contada en el musical, me pareció excelente.

Mención especial sobre el público de Broadway. Se lo toman muy en serio, pero a la vez también de forma muy entusiasta, de modo que aplauden (y silban y de todo) cuando un actor, sobre todo si es conocido, sale a escena, cuando hay un chiste divertido... cuando lo creen apropiado, vaya, y no sólo como aquí al final de cada número. El ambientillo es estupendo.

Mi recomendación, sin dármelas de experta, es que si alguien va a Nueva York y quiere (porque debería) ver un show de Broadway lo mejor es ir a uno que no sea demasiado de turistas (ahora por ejemplo Mamma Mia! o El rey león... y Wicked hasta cierto punto, aunque no vimos a demasiados, quizá por la hora). Pero turistas o no, mínimo un espectáculo de Broadway es casi obligatorio.

4 comentarios:

  1. No he tenido la oportunidad de ir a ver un musical las veces que he estado en Nueva York y la verdad es que me encantaría. Además el libro de Wicked me gustó, así que creo que ya tengo mi musical...

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  2. Bueno, ahora ya tienes la excusa perfecta para volver :)

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  3. Qué envidia me das después de leer esta entrada. Wicked es uno de los musicales que me encantaría ver, he visto algunos videos en el youtube y debe ser espectacular.

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  4. ¡Lo es! La producción es impresionante, todo esta cuidadísimo y para cuando llega el final del primer acto (con Defying Gravity) no te puedes creer que todo eso esté pasando en un escenario.

    A ver si consigues verlo, lo disfrutarías muchísimo.

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