jueves, 19 de noviembre de 2009

Noche de viernes: Housewife, 49

Creo que tenía Housewife, 49 desde antes incluso de tener los diarios de Nella Last en mi poder, con lo cual las ganas de ver esta adaptación de su diario de guerra venían ya de lejos. El mismo viernes que pasaba la última página de Nella Last's War le propuse a Manuel ver la adaptación y además así hacer una especie de Noche de viernes conmemorativa del Poppy day con un poco de retraso. La propuesta fue aceptada y nos plantamos delante de la pantalla a ver una adaptación con muy buenas críticas y ganadora de 2 BAFTAs (Premios de la Academia Británica de Televisión) a nada menos que mejor drama y mejor actriz.

Y me llevé un chasco. Al principio me consolaba pensando que todos los cambios y las cosas que no cuadraban en absoluto eran para situar la historia, para darle el trasfondo que Nella Last va contando de pasada en los diarios y que en la adaptación, por fuerza, tienen que ser un poco más visibles.

Pero se pasó la hora y media que duraba y yo no había visto por ningún sitio a la Nella Last que tenía la impresión de conocer tan bien después de tantos días leyendo su diario. La Nella Last de la pantalla era como una copia descafeinada de la Nella Last auténtica. La verdadera Nella Last saca fuerzas de donde no las hay constantemente y comenta siempre con asombro en lo mucho que le ha cambiado en la guerra, en cómo antes se hubiera dejado llevar y ahora impone su voluntad sin dejarse arrastrar por los demás cuando no le interesa. Y siempre, tanto antes como durante la guerra, con un gran sentido del humor. Digamos que en la pantalla se han quedado con una Nella Last anterior a la guerra, pusilánime, tristona, sin sentido del humor siquiera, a la que, por raro que suene dicho así, la guerra no le aporta nada, cuando Nella Last en su diario reconocía con extrañeza que la guerra le había cambiado la vida para bien en más de un aspecto.

Ni siquiera puedo decir aquello de que si quizás no se han leído los diarios puede estar bien, porque Manuel de los diarios sólo conocía algunas anécdotas que yo le había ido contando, pero después de ver la serie dijo que le faltaba algo. Y tenía razón: le faltaba Nella Last, la de verdad. Si con las adaptaciones de novelas cuesta hacerse a la idea a veces de lo mucho que pueden llegar a retocar mal e innecesariamente a un personaje, cuánto peor parece cuando el "personaje" fue real y no le han hecho justicia.

Victoria Wood, una cómica inglesa de cierto renombre, fue quien se encargó de adaptar el diario y de interpretar a Nella Last. Y la única explicación que le encuentro a que precisamente alguien que se dedica a hacer reír haya eliminado todo el humor del diario y de la protagonista es que quería evitar a toda costa perder credibilidad y que los críticos pensaran que no era más que un papel en su línea. Ella quería demostrar que podía ponerse seria y dramática, incluso aunque el papel no lo requiriese del todo.

En cualquier caso creo que es hora de que me vaya enterando de que adaptar el sentido del humor de la narración, no de la acción, es difícil y algo que pocas veces se consigue. A Angela's Ashes (Las cenizas de Ángela) le pasó lo mismo hace unos años. El libro, con todo lo trágico que es, consigue hacerte reír mucho. La película es un dramón de tristeza gratuita. Aquí lo mismo: la guerra de fondo es indudablemente un drama, pero la gracia del asunto reside precisamente en la fortaleza que sale del sentido del humor de los que la están viviendo.

Además intentaba también consolarme con los decorados, pero ya se sabe que a la sombra de la BBC las adaptaciones de la ITV se suelen ver un poco escasas. Y aunque no estaba mal del todo, se notaba por los planos y demás que el presupuesto era justito. Aun así, no quiere decir que sea como un tema de conversación que teníamos Manuel y yo hace unos días. Hace unas semanas vi unos minutos de Amar en tiempos revueltos por primera vez y le comenté a Manuel que no sabía cómo estaría la serie en general (si juzgara por los minutos que vi no saldría nada bien parada, pero tampoco sería una opinión del todo justa porque aparte de todo Cayetana Guillén Cuervo me cae muy mal) pero lo que me había parecido peor es que estando ambientada en una época tan pobretona como la Guerra Civil y la posguerra todo está reluciente y novísimo y recién salido de tienda, desde los muebles hasta la ropa (y mira que era época de remiendos y remaches). ¿Tanto cuesta dar a las cosas un toque más natural y creíble? (Esta conversación, por cierto, la retomamos el otro día viendo el anuncio de la serie de TV3 Les veus del Pamano, más de lo mismo). El caso es que en ese aspecto Housewife, 49 estaba cuidada. Hay cosas nuevas, sí, pero no todo está sacado del departamente de diseño.

Así que sin dudarlo me quedo con los diarios de Nella Last por escrito.

5 comentarios:

  1. Yo vi las Cenizas de Ángela sin haber leído el libro y sí, me pareció tristísima.

    Confieso que Amar en tiempos revueltos tiene muchos puntos débiles, aunque la vea a medias varios días. 1) Cayetana Guillén Cuervo sobreactúa muchísimo; 2) los taberneros tienen un protagonismo excesivo, se le da una importancia absurda a tonterías de sus vidas; 3) el lenguaje que se utiliza demasiadas veces no es de la época: bocata, acojonante, etc. etc.; 4) La hija de Ana Belén (Marina San José) no vocaliza nada bien, algo muy importante para un actor; 5) Los taberneros tienen 3 hijas y siempre sale sólo una, no deben querer gastar más en actores-niños; la van a buscar al colegio, y supongo que deben dejar a las otras niñas internas allí, es rarísimo, no se les ve el pelo. Aunque algunos actores sí lo han hecho muy bien: recuerdo a Pilar Bardem, por ejemplo. En esta temporada hay varios cuyo nombre desconozco que lo hacen bien.

    Los primeros capítulos mostraban mejor la pobreza de la época, al menos en algunas familias. Pero ahora parece que casi todos han prosperado.

    Bueno, he convertido un tema marginal de tu entrada en el tema central de mi comentario. :(

    ResponderEliminar
  2. ¡Qué va, Elvira! Me ha encantado que comentes la serie, porque ya digo que yo sólo vi unos minutos, sin conocer nada.

    Pero lo que comentas del vocabulario que utilizan es algo que también noté, que era muy actual. Hasta cierto punto entiendo una leve modernización, pero en general lo noté como lo de los muebles y la ropa: excesiva e innecesariamente nuevo.

    ¡Me ha encantado lo de los que tienen tres hijos pero sólo sale una! :D

    Sobre Las cenizas de Ángelas tienes toda la razón, pero te aseguro que con el libro te reías, no a carcajadas, tampoco eso. Era la misma historia, había las mismas desgracias, por supuesto, pero el punto de vista era el de un niño que no siempre lo entiende todo o que lo entiende a su manera.

    ResponderEliminar
  3. Leyendo tu comentario acerca de lo que la guerra aportó a Nella Last, he recordado un documental que ví hace unos días, titulado "de toda la vida", sobre las mujeres libertarias antes y durante la Guerra Civil española. Una de las entrevistadas, activista durante la guerra y que, sin duda, sufrió varias pérdidas importantes durante la misma, comentaba que cada año de la guerra había sido tan intenso en trabajos, amistades, luchas...que para ella había sido como vivir diez años en uno. Lo decía convencida de que, a pesar de los horrores, fueron tiempos fructíferos...
    No deja de resultarme curiosa esta imagen que parece llegarnos últimamente de las guerras del pasado. ¿Podría decir lo mismo alguien que la estuviera sufriendo en estos momentos?
    Enhorabuena por tu blog... aunque no suelo comentar, lo leo a menudo.

    ResponderEliminar
  4. Muchas gracias por animarte a comentar, Úrsula. Te agradezco mucho lo que cuentas porque efectivamente se parece a lo que cuenta Nella Last. En algún momento ella también ha hablado de la intensidad de aquellos años, de cómo echando la vista atrás parece imposible que cupiese todo y cómo cambió su vida, conoció gente nueva, etc. Para ella también, pese al horror de la guerra, son años fructíferos, como tú dices, sobre todo por el espíritu de colaboración y trabajo en equipo que había en el ambiente.

    Ella hace muchas veces el comentario en plena guerra, incluso en días en que las bombas, sin afectarla del todo personalmente, sí que la pillan bastante lejos y con un hijo en el frente.

    De todos modos, muchas veces también, hacia el final de la guerra, ella misma se da cuenta de que lo está idealizando todo un poco y se está empezando a olvidar de todo lo malo y a quedarse con lo bueno. Es probable que eso mismo les pasase a las mujeres del documental que viste.

    Pero me cuesta creer que sea una situación extrapolable a las guerras actuales, quizá porque el tipo de guerra y el fin que se persigue son muy diferentes.

    ResponderEliminar
  5. "Una noche de viernes sin sentido, por ejemplo."
    http://lookingforaheero.blogspot.com.es/

    ResponderEliminar