Seguimos sacando partido a la sección de preparados. Menos sano que la repostería casera, que ya es decir, pero también más rápido. Y es que estos días la verdadera repostería es en formato mueble, preparando la habitación de Mr X y haciendo los ajustes efecto dominó que conlleva hacerle hueco. Y, antes de que nadie lo insinúe, no es síndrome del nido. Más que nada porque mi contribución al montaje es, por fuerza, escasa y, si alguien aún tiene dudas, diré que, no recuerdo por qué fue, pero hace un par de días Manuel, que ya dije que sí que tiene el síndrome, pronunció la frase "podías tener un poquito de síndrome del nido ese". Lo dijo en broma, pero la ausencia de síndrome es real. La habitación en construcción de Mr X es un auténtico caos y yo paso por ella sin que me afecte en lo más mínimo.
Así que el sábado por la tarde, como también dijo Manuel, nos dedicamos a perpetuar estereotipos y mientras él montaba muebles martillo en mano (bueno, no sé si martillo en mano exactamente, destornillador en mano seguro) yo me metí brevemente en la cocina a hacer este facilísimo preparado de tarta Oreo, que hacíamos con cierta frecuencia en aquellos tiempos en que no teníamos horno y que recordábamos con mucho gusto. Y además es un postre fresquito, lo cual en estos días le hace ganar muchos puntos.
El caso es que yo no soy muy fan de las galletas Oreo. No me disgustan (pocas cosas dulces me disgustan al fin y al cabo) pero tampoco me dicen gran cosa y sobre todo me cansan y me molesta que luego te dejen marcado con esos restos tan difíciles de quitar.
En cambio esta tarta sí que me gusta, quizá porque tiene más relleno (aunque yo hubiera jurado que antes tenía más relleno que ahora) que las galletas, quizá por lo fresquita que resulta.
Y el otro día también me gustó por lo rapidita de hacer que fue. Así que los estereotipos se perpetuaron durante poco rato, porque enseguida la tarta estaba metida en el frigorífico y yo en el sofá con los pies en alto y Muriel Spark y su Jean Brodie haciéndome compañía.
Y para desayunar al día siguiente recordamos que está realmente rico, este preparado de tarta Oreo, y nos moderamos hasta tal punto que aún queda la mitad. Para que luego digan.
Eso sí, he visto por ahí que hay recetas de verdad para hacer tarta Oreo sin preparado, así que quizá haya que explorar esa posibilidad en el futuro: en un futuro menos caluroso y con pies con menos tendencia a hincharse. También vi que hay helado de Oreo que, aunque no creo que sustituya a mi favorito casero - el de galleta María - no puede estar malo tampoco.
lunes, 20 de junio de 2011
Tarta Oreo
Publicado por Cristina en 9:13
Etiquetas Álbum de fotos, Con las manos en la masa, Cosas de casa
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A mis hijas les encanta esta tarta, y a mi también la verdad. Y lo bueno que tiene es que se prepara en un santiamén. A nosotros no nos dura mas que un día, sobretodo por mi culpa porque le meto unos viajes tremendos.
ResponderEliminarMmmmmm,no conocía yo este preparado....tengo que buscar mejor en el super porque este cae fijo!
ResponderEliminarYo nunca he sido muy fan de las Oreo, aunque recuerdo que fueron una revolución cuando salieron al mercado hace años. Esta tarta no la he probado, pero si dices que está mejor que las galletas, me fío :D
ResponderEliminarsaluditos
Los helados Häagen-Dazs con cookies llevan las galletas Oreo, creo (huy, rima y todo!). A mí me chiflan los helados Häagen-Dazs, aunque empachan.
ResponderEliminarEstoy con Elvira, los Häagen-Dazs de Oreo están buenísimos, por lo que imagino que esta tarta tuya también debe estar para chuparse los dedos.
ResponderEliminarBesos
A mí las Oreo ni fú,ni fá pero a mis hijos les encantan. Como vean esta tarta, se volverán locos con una oreo gigante
ResponderEliminarBesos
Emma
Amelia: es que empiezas con ella y cuesta parar, sí :D
ResponderEliminarDina: busca, busca, que ahora para el veranito te va a saber a gloria :)
Lillu: entonces te pasa como a mí con las Oreo y entonces, sí, creo que te puedes fiar cuando te digo que está mejor la tarta que las galletas :)
Elvira: ¡qué bueno está ese helado de H-D! Yo de H-D tengo tres favoritos: el de cookies, el de vainilla con nueces de macadamia y el de vainilla con "strawberry cheesecake", como ves, qué sorpresa, todos de vainilla.
Enrique: me estáis poniendo los dientes largos con lo de los helados de H-D... ;)
Emma: pues dales el capricho de hacerles la tarta. O, mejor aun, como es tan sencillita proponles que se la hagan ellos, seguro que luego están dispuestos a repetir ;)
A pesar de que tengo una amiga que lleva el marketing de estas galletas, no suelo comer esas galletas,(otras que ella promociona sí), pero he leído por ahí, que esta tarta no sabe a las galletas...así que será cuestión de probar. Acabo de tomarme un helado nocturno, así que por primera vez, no tengo hambre para desear un mordisco de tu tarta, pero...seguro que está riquísima. Tomo nota para cocinar en otoño...ahora, con estos calores, no estoy muy por la labor de cocinar. Sólo lo justo y necesario.
ResponderEliminarQué pases unos felices días con la única lectora!!
Gracias, María. Te aseguro que esta tarta se hace en un abrir y cerrar de ojos, así que el tiempo en la cocina es mínimo. Y luego es de lo más fresquita, que siempre se agradece en esta época.
ResponderEliminarNosotros en esta época de calor también somos fans del heladito nocturno :)