jueves, 13 de marzo de 2008

The English, de Jeremy Paxman

Como ya dije cuando compré The English, de Jeremy Paxman, gran parte de la atracción era su portada. Y sí, hojeándolo no tenía mala pinta, pero es bastante probable que de no haber tenido este aspecto me hubiera pasado desapercibido. También dije que no me suele ir demasiado mal en eso de juzgar los libros por su portada, y no mentía. The English me ha gustado muchísimo y lo considero todo un hallazgo. De hecho, ahora quiero leer un montón de los libros que menciona y alguno más que se ha publicado después sobre el tema de por qué los ingleses son como son, qué los hace ser así, etc. Ya cuento con uno que cayó en mi último cumpleaños: In Search of England, de H.V. Morton y del que leí parte durante el verano, pero ahora sé que debo leerlo entero. Y por supuesto Notes from a Small Island de Bill Bryson, aunque Paxman no sea un fan y yo me enfadara con Bill Bryson leyendo Neither Here Nor There, a mí Notes from a Small Island (como sabe la única lectora) me parece imprescindible y divertidísimo. Pero resulta que hay más, muchos más. Ah, la anglofilia.

Esta era también la base de este libro, aunque al final no haya muchas respuestas a pesar de muchas indagaciones. Gran parte del caracter inglés, eso sí queda claro, viene dado por el hecho de estar en una isla. También me gusta que el libro se centra y trata de distinguir lo que son los ingleses de lo que son los británicos (concepto más político y reciente).

Lo mejor de todo es que los ingleses y su forma de vida ideal y estereotípica es más utópica que otra cosa. La vidad rural y tranquila, con el té y las bicicletas es más idílica que verdadera. Parece ser que ni siquiera exisitió nunca del todo y que cuando existía algo similar no era algo que se apreciase especialmente. Así que los ingleses, tan recelosos de la Unión Europea, añoran e intentan defender una vida con la que creen identificarse pero que nadie sabe muy bien dónde encontrar.

Y así, intentando dar con los rasgos del inglés de pura cepa, vamos descubriendo cosas sobre la Segunda Guerra Mundial, la Revolución Industrial, por qué los ingleses hablan tanto sobre el tiempo, por qué beben tanto (no hay conclusión), por qué les gustan tanto los deportes/juegos, por qué les gustan tanto las palabras en general y escribir en particular (una teoría muy interesante) y un largo etcétera. La mayoría de las veces todo está contado con rigor pero con mucho sentido del humor también.

Tengo mucho trozos favoritos, ya en la primera página me estaba riendo a carcajadas, pero quizá mi favorito sea este:

One consequence of this English obsession with privacy and individualism has been to create a people who are not easily led. They distrust exhortation, and the further away they are from metropolitan life, the stronger their cussedness. [...] The Bishop of Norwich was told by his predecessor, 'Welcome to Norfolk. If you want to lead someone in this part of the world, find out where they're going. And walk in front of them'.
Esta obsesión inglesa con la intimidad y el individualismo ha dado lugar a un pueblo que no se deja llevar fácilmente. Desconfían de las exhortaciones y cuanto más alejados se encuentran de la ciudad, mayor es su cabezonería. El obispo de Norwich recibió este consejo de su predecesor: "Bienvenido a Norfolk. Si quieres guiar a la gente en esta parte del mundo, averigua a dónde van y camina a la cabeza."

Yo no tenía ni idea de quién era Jeremy Paxman, el autor, pero parece ser que es bastante conocido por esas tierras. En YouTube se pueden ver algunos vídeos suyos poniendo en apuros a Tony Blair (y más gente) o dando partes meteorológicos únicos en su informativo nocturno.

Una buena compra, sí.

2 comentarios:

  1. Uy, pues suena interesante el libro. Igual me lo pillo... Jo, yo tambien deberia pasarme por Muji otra vez, a ver si hay algo que me guste y sea barato. Tengo tantas cosas que hacer. Igual me voy a Paris despues de semana santa. Esta por ver...

    Lo de Muji va por la entrada anterior, claro. Siento lo de tu planta.

    ResponderEliminar
  2. ¡¿A París?! Espero que tengas la suerte de que al final sea que sí. Ya me dirás, qué envidia.

    Y menos mal que me has aclarado lo de Muji porque estaba perdida. Pues allí tienen un montón de cosas chulas para equipajes y neceseres y viajes...

    ResponderEliminar