lunes, 3 de marzo de 2008

Carquinyolis

A la izquierda pongo la foto de mi merienda de ayer. Y es que no dije que el viernes Manuel volvió cargado de dulces: coca (enorme y que voló en una cena y un desayuno), lazos de hojaldre y carquinyolis (los de la foto). Los carquinyolis, que yo no conocía hasta hace unos meses pero cuyo nombre me encanta, son extrañamente adictivos. El primero sorprende por lo duro que está y el miedo a romperte un diente, pero luego no puedes evitar coger un segundo, y un tercero, que ya no parecen tan duros.

Una combinación un poco rara la del té de vainilla con los carquinyolis, pero bien rica que estaba. ¿No se lleva tanto ahora la fusión en la cocina?

Y declaro por segunda vez la semana Marlango, ya que la anterior estuvo muy bien ambientada musicalmente pero terminó con la decepción de que habían cancelado el concierto.

Con un poco de suerte esta nueva semana Marlango tendrá final feliz el viernes.

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